16 marzo 2013


Sin embargo, fue y es posible la ilusión de que el poder no existe. Que de tanto dispersarse en la complejidad social con sus múltiples juegos de dominación ha quedado diluido. Lo que existe es un grupo electivo que administra, que media en los conflictos, que asegura la “gobernabilidad”: o sea un gobierno que se asegura a sí mismo. Esa ilusión es correlativa al tipo de discurso democrático que predominó desde 1983 y particularmente entre 1989 y 2001. La gobernabilidad –un complejo concepto teórico acuñado en las discusiones políticas mundiales sobre los problemas de la legitimidad democrática en el capitalismo– fue reducida entre nosotros a las condiciones políticas que pudieran impedir el regreso al ominoso ciclo de los golpes de Estado y la persecución política en el país. La garantía central de la gobernabilidad terminó por ser la conformidad del bloque político social históricamente dominante en nuestro país. (Edgardo Mocca)