Sucedía que era preciso destruir y destruir y
destruir,/ Sucedía que la salvación sólo era posible a ese precio.// Arruinar
el rostro desnudo que asciende en el mármol,/ machacar toda forma, toda
belleza.// Amar la perfección porque ella es el umbral,/ Pero negarla una vez
conocida, olvidarla muerta.// La imperfección es la cima. (
Yves Bonnefoy)