31 enero 2014
30 enero 2014
29 enero 2014
28 enero 2014
Sí, también vivimos en la época en donde reflotan, desde los más profundos pliegos de la historia, la idea de emancipación y de comunismo. Si bien ahora ya intentándolas separar de su metafísica progresista e ilustrada y reformuladas desde otra perspectiva. Esa otra perspectiva, según mi punto de vista, es la del sujeto en su singularidad más incomparable e irreductible. Una vez hecho el duelo por el sujeto histórico que iba a llevar la historia a su final, retorna el sujeto transindividual en toda su problematicidad. Ya no se puede, una vez hecho el duelo por el proletariado industrial como “clase para sí”, pensar en una voluntad colectiva que no tenga en cuenta el “fantasma” como un término más apropiado que el de “ideología”, el sujeto como un término más preciso que individuo, el común como un término distinto del de población, sociedad, o psicología de las masas. El deseo, como una voluntad distinta de la de la conciencia autorreflexiva. En suma, estos serían algunos términos que emergen en las “conjeturas de una izquierda lacaniana en el debate posmoderno”. (Jorge Alemán)
26 enero 2014
Amigo, si nosotros sabemos que ya no/ sabemos más de la Ley que los demás,/ si yo no sé más que tú/ lo que debemos hacer y lo que no,/ salvo lo que todos aceptan/ de buena o de mala gana,/ o sea, que la Ley existe/ y que todos lo saben,/ y si por ello es absurdo/ identificar la Ley con otra palabra,/ a diferencia de tantos hombres/ no puedo repetir que la Ley existe,/ e igual que ellos tampoco debemos reprimir/ el deseo universal de conocerla/ o abandonar nuestra posición/ por la simple despreocupación./ Aunque al menos puedo reducir/ tu vanidad y la mía/ a decir con timidez/ que existe una vaga similitud,/ en todo caso diremos con orgullo:/ se parece al amor.// Al amor que nunca sabemos, dónde ni cómo,/ al amor que no podemos dominar ni liberar,/ al amor que a veces nos hace llorar,/ al amor que casi nunca cumplimos. (W.H. Auden)
25 enero 2014
24 enero 2014
Alguna vez, estudiantes,/ Aquiles tendría que vencer a la tortuga/ (aunque personalmente simpatizo/ muchísimo con la lenta tortuga)./ La luz tiene también los hombros amarillos/ como Aquiles. Es un viejo/ parecido de familia:/ de ella sacó el talón alado./ Por lo que deduzco/ que ha de tenerse más fe/ al impulso que nos recorre/ que al esfuerzo de las cuatro patas./ (En fin, si no es correcta/ la deducción, tomen esto/ a manera de una licencia poética,/ —la poesía se toma pocas.) (Fina García Marruz)
23 enero 2014
22 enero 2014
21 enero 2014
El mar destila incertidumbre,/ la montaña perplejidad; y el propio/ cuerpo no abandona, por nada/ del mundo, su secreto. El viaje/ se volvió errabundeo, y el aura/ solitaria, retirándose,/ nos transformó en manada./ En la llanura inmóvil/ el cansancio nos visita:/ todo esto podía haber sido/ de esta manera o de alguna otra,/ el tiempo hubiese preferido/ correr para adelante o para atrás/ y abstenerse de salir, indiferente,/ la luna. Nos creeríamos perdidos,/ si fuésemos capaces, todavía,/ de distinguir un lugar./ La mirada rebota, espesa;/ ni reconoce ni interroga./ Astillas turbias flotan/ entre la sombra que amenaza./ Confusos, vacilamos:/ salimos a buscar no sabemos qué/ ya no nos acordamos bien cuándo. (Juan José Saer)
20 enero 2014
19 enero 2014
18 enero 2014
Además, descubrir las zonceras que llevamos adentro es un acto de liberación: es como sacar un entripado valiéndose de un antiácido, pues hay cierta analogía entre la indigestión alimenticia y la intelectual. Es algo así como confesarse o someterse al psicoanálisis, que son modos de vomitar entripados, y siendo uno el propio confesor o psicoanalista. Para hacerlo sólo se requiere no ser zonzo por naturaleza, con la connotación que hace Amado Alonso "escasez de inteligencia, cierta dejadez y debilidad"; simplemente estar solamente azonzado, que así viene a ser cosa transitoria, como lo señala el verbo. (Arturo Jauretche)
14 enero 2014
Vivimos también en la época en la cual vuelve a retornar, con distintas variaciones, aquella fórmula presente en Heidegger: “Sólo un Dios puede salvarnos”. Más allá de sus constantes en la explotación de la fuerza de trabajo bajo la forma de mercancía, también es difícil saber de qué Dios se habla en esa fórmula, si aún es el que pertenece a las religiones del libro o se está promoviendo desde un nuevo lugar, lo que podríamos designar como un “significante nuevo”. Lo cierto es que antes las creencias religiosas flotaban en el orden público y era el sujeto en su intimidad el que eventualmente se permitía ponerlas en duda, ahora puede pasar que todo el mundo se presente como “agnóstico, liberal, pragmático, etcétera...” y luego es en su foro interno donde se interroga por el sentido de la vida, que según Freud es el principio mismo de la neurosis en su equivalencia con la religión. También este puede ser el motivo por el cual Lacan profetizó: la religión vencerá. (Jorge Alemán)
13 enero 2014
Puede llamarse contemporáneo sólo aquel que no se deja cegar por las luces del siglo y es capaz de distinguir en ellas la parte de la sombra, su íntima oscuridad. Con esto, sin embargo, aún no hemos respondido a nuestra pregunta. ¿Por qué debería interesarnos poder percibir las tinieblas que provienen de la época? ¿Acaso la oscuridad no es una experiencia anónima y por definición impenetrable, algo que no está dirigido a nosotros y no puede, por lo tanto, incumbimos? Por el contrario, contemporáneo es aquel que percibe la oscuridad de su tiempo como algo que le incumbe y no cesa de interpelarlo, algo que, más que cualquier luz, se dirige directa y singularmente a él. Contemporáneo es aquel que recibe en pleno rostro el haz de tiniebla que proviene de su tiempo. (Giorgio Agamben)
12 enero 2014
11 enero 2014
10 enero 2014
La imitación (mimesis en griego)/ es el término colectivo que Aristóteles otorga a los errores/ genuinos de la poesía./ Lo que me gusta de este término// es la facilidad con que acepta/ que aquello a lo que nos enfrentamos cuando hacemos poesía es el error,/ la creación a voluntad del error,/ la ruptura y complicación deliberada de errores/ a partir de los cuales puede surgir/ lo inesperado. (Anne Carson)
09 enero 2014
Sí, también vivimos en el mundo del orden e incluso de la racionalidad del neoliberalismo que se impone a partir de un conjunto de dispositivos que podríamos considerar como modos de producción de la subjetividad. Esos procedimientos dominantes de la subjetivación de la vida: la vida vista como una empresa que se debe gestionar y ser juzgada en sus rendimientos, como una gestión de recursos del cuerpo, la salud, el cerebro, etcétera, que de un modo regular necesita de la asistencia del manual de autoayuda, el coach, el personal trainer, el monitor espiritual, etcétera. Pero este “emprendedor de sí mismo” contiene su reverso implícito: el deudor confrontado de un modo inédito a un acreedor que lo somete a una deuda impagable, que además de un modo subrepticio fue obligado a contraer. Es sorprendente al respecto, observar a las naciones enteras capturadas en ese movimiento que Freud llamaría “superyoico”. (Jorge Alemán)
08 enero 2014
Duchamp tal vez haya sido el primero a darse cuenta del callejón sin salida en que el arte se metió. ¿Qué hace Duchamp cuando inventa el ready-made? Él toma un objeto de uso cualquiera, por ejemplo, un inodoro, e, introduciéndolo en un museo, lo fuerza a presentarse como obra de arte. Naturalmente –a no ser el breve instante que dura el efecto del extrañamiento y de la sorpresa– en realidad nada alcanza aquí la presencia: ni la obra, pues se trata de un objeto de uso cualquiera, producido industrialmente, ni la operación artística, porque no hay de ninguna forma una poiesis, producción, y ni siquiera el artista, porque aquel que firma con un irónico nombre falso el inodoro no actúa como artista, sino, como filósofo o crítico, o, de acuerdo a como le gustaba decir a Duchamp, como “alguién que respira”, un simple ser vivo./ En todo caso, en verdad él no queria producir una obra de arte, sino desobstruir el caminar del arte, cerrado entre el museo y la mercantilización. Ustedes saben: lo que de hecho pasó es que una colusión, infelizmente todavía activa, de hábiles especuladores y de “vivos” transformó el ready-made en obra de arte. Y el llamado arte contemporáneo nada más hace repetir el gesto de Duchamp, llenando con no-obras y performances a museos, que son meros organismos del mercado, destinados a acelerar la circulación de mercaderías, que, así como el dinero, ya alcanzaron el estado de liquidez y quieren todavía valer como obras. Esta es la contradicción del arte contemporáneo: abolir la obra y al mismo tiempo estipular su precio. (Giorgio Agamben)
07 enero 2014
06 enero 2014
No sólo que las cosas son distintas de lo que parecen,/ y por eso las malinterpretamos,/ sino que esta equivocidad es valiosa./ Aférrense a ella, dice Aristóteles,/ hay mucho que ver y sentir ahí./ Las metáforas le enseñan a la mente// a disfrutar del error/ y a aprender/ de la yuxtaposición de lo que es y lo que no es. (Anne Carson)
05 enero 2014
¿Se amustia lo vivido cuando le dan palabra? ¿El después hablado lo traiciona? ¿Y qué le hace, dónde, cómo? ¿Encuentra viejas furias que atravesaron siglos/comen tiempo? ¿Soles de ideas idas? ¿El no ser del amor para que sea? […] ¿Lugares donde el bien incuba el mal? ¿Las alas gachas de una piedad muda? El frío tiembla en puertas del pasado que vuelven a golpear. (Juan Gelman)
04 enero 2014
03 enero 2014
02 enero 2014
01 enero 2014
nunca supongas que la espuma del alba se ha extinguido/ después del rostro hay otro rostro/ tras la marcha de tu amante hay otra marcha/ tras el canto un nuevo roce se prolonga/ y las madrugadas esconden abecedarios inauditos/ islas remotas/ siempre será así/ algunas veces tu sueño cree haberlo dicho todo/ pero otro sueño se levanta y no es el mismo/ entonces tú vuelves a las manos al corazón de/ todos de cualquiera/ no eres el mismo no son los mismos/ otros saben la palabra tú la ignoras/ otros saben olvidar los hechos innecesarios/ y levantan su pulgar han olvidado/ tú has de volver no importa tu fracaso/ nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada (Edgar Bayley)
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