28 enero 2014


Sí, también vivimos en la época en donde reflotan, desde los más profundos pliegos de la historia, la idea de emancipación y de comunismo. Si bien ahora ya intentándolas separar de su metafísica progresista e ilustrada y reformuladas desde otra perspectiva. Esa otra perspectiva, según mi punto de vista, es la del sujeto en su singularidad más incomparable e irreductible. Una vez hecho el duelo por el sujeto histórico que iba a llevar la historia a su final, retorna el sujeto transindividual en toda su problematicidad. Ya no se puede, una vez hecho el duelo por el proletariado industrial como “clase para sí”, pensar en una voluntad colectiva que no tenga en cuenta el “fantasma” como un término más apropiado que el de “ideología”, el sujeto como un término más preciso que individuo, el común como un término distinto del de población, sociedad, o psicología de las masas. El deseo, como una voluntad distinta de la de la conciencia autorreflexiva. En suma, estos serían algunos términos que emergen en las “conjeturas de una izquierda lacaniana en el debate posmoderno”. (Jorge Alemán)