18 enero 2014


Además, descubrir las zonceras que llevamos adentro es un acto de liberación: es como sacar un entripado valiéndose de un antiácido, pues hay cierta analogía entre la indigestión alimenticia y la intelectual. Es algo así como confesarse o someterse al psicoanálisis, que son modos de vomitar entripados, y siendo uno el propio confesor o psicoanalista. Para hacerlo sólo se requiere no ser zonzo por naturaleza, con la connotación que hace Amado Alonso "escasez de inteligencia, cierta dejadez y debilidad"; simplemente estar solamente azonzado, que así viene a ser cosa transitoria, como lo señala el verbo. (Arturo Jauretche)