Píndaro ha escrito, en su segunda Pítica: 'Genoi autos essi mathôn'.
Conviértete en lo que eres. No, no te conviertas en lo que eres. Lo que
individualiza es el nombre propio, es decir el lenguaje donde este nombre toma
lugar, es decir, el control social a través de la voz interiorizada, es decir
la servidumbre sin fin. No te conviertas en el esclavo de los tuyos por el
patronímico que te dieron en esa lengua colectiva que te enseñaron. Si no
actúas así, el nombre que te han dado, tomará el lugar de tu carne.
(Pascal
Quignard)