25 septiembre 2008


Si, tal como rezan ciertas proposiciones, la función del arte fuera hacer la vida más interesante que él, entonces, hay que perder esa ilusión. Tenemos la impresión de que buena parte del arte actual contribuye a un trabajo de disuasión, a un trabajo de duelo de la imagen y de lo imaginario, a un trabajo de duelo estético, las más de las veces fallido; lo cual trae aparejada una melancolía general de la esfera artística, que parecería sobrevivirse a sí misma en el reciclaje de sus medios y sus fines. (Baudrillard)