Lo único cierto es la enorme complejidad e indecibilidad de todo esto. La única guía. Un no saber, un saber por pedazos, por pequeñas revelaciones, por instantes. Un tocar casi como lo hace un ciego las superficies, percibir a veces sus bordes, sentir que ciertas cosas le llegan de mejor modo a uno al alma y le son queribles, y que con otras jamás va a llevarse bien (salvo forzándose o fingiendo, o armándose de una trabajada paciencia), pero no ir mucho más allá de percibir los efectos y tomar nota: no explicar, no aleccionar, no generalizar, en lo posible. Ver, constatar, disfrutar, sin esperar mucho que se entienda o comparta, tratar de vivir bien, es decir, hasta donde se pueda, hacer lo mejor que se pueda en lo que de verdad es, no en lo que se quisiera que fuera o en lo que te dicen “así es”. Se trata de no dominar, de no ser muy dominado, se trata de estar ahí, acá, ahora.
02 octubre 2008
Lo único cierto es la enorme complejidad e indecibilidad de todo esto. La única guía. Un no saber, un saber por pedazos, por pequeñas revelaciones, por instantes. Un tocar casi como lo hace un ciego las superficies, percibir a veces sus bordes, sentir que ciertas cosas le llegan de mejor modo a uno al alma y le son queribles, y que con otras jamás va a llevarse bien (salvo forzándose o fingiendo, o armándose de una trabajada paciencia), pero no ir mucho más allá de percibir los efectos y tomar nota: no explicar, no aleccionar, no generalizar, en lo posible. Ver, constatar, disfrutar, sin esperar mucho que se entienda o comparta, tratar de vivir bien, es decir, hasta donde se pueda, hacer lo mejor que se pueda en lo que de verdad es, no en lo que se quisiera que fuera o en lo que te dicen “así es”. Se trata de no dominar, de no ser muy dominado, se trata de estar ahí, acá, ahora.