23 octubre 2008


Creían vivir más adelante, estar/ en el centro del mundo y eran/ sombras nonatas en los sótanos/ de la historia, en los bordes/ olvidados del continente: un charqui/ impoluto y ciego como las arañas y los mudos/ y los vegetales, engañando para no estallar, guardando/ las ganas para otras oportunidades,/ aguantando hasta que llegue de una vez ese pícaro/ dedito, les ponga la sal y se los coma/ a todos. Creían/ ver la luz del mar, el rugido del tiempo. (Urondo)