1. Lo bello, sin referencia (metonímica)
a lo siniestro, carece de fuerza y vitalidad para poder ser bello.
2. Lo siniestro, presente sin mediación
o transformación (elaboración y trabajo metafórico, metonímico), destruye el
efecto estético, siendo por consiguiente límite del mismo.
3. La belleza es siempre un velo
(ordenado) a través del cual debe presentirse el caos. (
Eugenio Trías)