Me dieron un cuerpo, sólo uno/ Para soportar callado/ Tantas almas desunidas/ Que chocan unas con otras/ De tan variadas edades;/ Una nació mucho antes/ De que yo apareciera en el mundo,/ Otra nació con este cuerpo,/ Otra está naciendo ahora,/ Hay otras, ya ni sé bien,/ Son mis hijas naturales,/ Deliran dentro de mí./ Quieren cambiar de lugar,/ Cada una quiere una cosa,/ Ya no tengo más sosiego./ Oh Dios, si tú existes, junta/ mis almas desencontradas. (
Murilo Mendes)