29 abril 2012


Un trabajo emprendido por el esfuerzo de la voluntad no es nada; en literatura, no puede conducirnos más que a estas verdades de la inteligencia a las que falta la señal de la necesidad, y de las que siempre se tiene la impresión que “habrían podido” ser otras, o podrían ser dichas de otra forma. De igual modo lo que dice un hombre profundo e inteligente vale en sí por su contenido manifiesto, por su significación explícita, objetiva y elaborada; de ello sacaremos pocas cosas, tan sólo posibilidades abstractas, si no hemos sabido llegar a otras verdades mediante otros caminos. (Deleuze, en Proust y los signos)