27 abril 2012


Yo he esperado tanto a Dios... Y nunca me sobrevino la fe. Decía Pascal que había tres clases de hombres a este respecto: los que buscaban a Dios y lo encontraban; los que lo buscaban y no lo encontraban; y los que ni lo buscaban ni lo encontraban. Yo estoy en la segunda fila. Lo he buscado, con deseo. Y no encontré nada. No encontré nada. Quizás ahora, en este último tiempo, he resuelto quemar los últimos vestigios de esperanza supersticiosa que me quedaban. Y entonces no tengo nada. Y quizás escribo con un poco de bronca, diciéndole a Dios: “Che, ¿por qué no existís?”. Y no. (Alejandro Dolina)