La historia se
repite tanto para los idiotas como para los sabios, pues lo que introduce la
mínima diferencia en la repetición elude tanto la aprehensión mediático-masiva
como los intrincados laberintos del saber. Resignificar los términos en juego
depende de esa sutil captación de un instante fugaz, de un instante de peligro.
(
Roque Farrán)