Tu queja es inútil. Lo
dijeron de/ nosotros: fuimos los bárbaros que/ ignoramos todo del más alto
idioma,/ y es más: lo mancillamos. Pero// los dogmáticos fueron bárbaros
también/ y en su idioma encendieron/ fogatas donde ardieron/ padres iconoclastas
y más antiguos.// Ahora hombres sin fe en nosotros hablan/ y así nos niegan.
Hijos que nos obligan/ a la pócima engañosa de lo viejo.// Igual la plaza no
está vencida ni/ tan siquiera asediada. Todos ardemos/ en el torbellino de
fuego del idioma. (
Miguel Gaya)