03 julio 2013


El Sistema se mete en todo y se apodera de todo, no sólo penetra en la religiones vaciándolas, convirtiéndolas en puro formalismo, sino también en la filosofía, fundamentalmente a través de su vaciamiento-aplanamiento universitario, en el arte, mediante la creación de grupos e instituciones que no sólo fijan el gusto sino que lo crean; en el deporte, que deja de ser una práctica para ser un espectáculo practicado en sus niveles elevados por millonarios; en el cine, en la televisión, generando formas de ser y de violencias poderosas, convirtiéndolos en instrumentos de enajenación a gran escala, en las relaciones sexuales, algunas perseguidas y otras banalizadas, convirtiéndolas en actos superficiales, en “vasos de agua” que se toman y se dejan o de una retórica sexual pudibunda, desgajándolas de las prácticas eróticas y orgiásticas abiertas a todos los éxtasis posibles. (Oscar del Barco)