Y entonces a qué no rendir
con negra ala/ la gracia de otro modo/ trastocada y derretida/ por tan cruel
banalidad// que toda espera y bendición tritura/ emparda con el átomo deshecho/
pegotea en lustradas corazas de plástico y nadería/ y bajo el viento artera
esconde// o líquido fuego quema/ cuanto en estos días vale la pena abrigar/ si
dulcemente bajo el ala oscurecida (
Susana Cella)