14 septiembre 2012


Queridos hijitos, su papá poco sabe de ustedes/ y sufre por esto. Quiere ofrecer un destino/ luminoso y alegre, pero no es todo/ y ustedes saben:/ las sombras,/ las sombras,/ las sombras,/ las sombras/ me molestan y, no las puedo tolerar.// Hijitos míos, no hay que ponerse tristes/ por cada triste despedida:/ todas lo son, es sabido,/ porque hay otra partida, otra cosa,/ digamos,/ donde nada,/ nada/ está resuelto.(Francisco Urondo)