−¿Ha visto? Es
mejor que se quede quieto. Y ahora sabrá quién soy. ¡Míreme! ¡Vea! Yo soy el
Ángel de lo singular./ −¡Vaya si es singular! –me aventuré a replicar−. Pero
siempre he vivido bajo la impresión de que un ángel tenía alas./ −¡Alas!
–gritó, furibundo−. ¿Y para qué quiero las alas? ¿Me toma usted por un pollo? (
Edgar Allan Poe)