28 diciembre 2012


El mundo nace y muere en uno,/ cualquier otra conjetura no es más que eso,/ como el amor o el porvenir. Este poema/ será otro y único ante cada lector, así como/ tu encanto y mi deseo son sólo míos./ Como en una linterna mágica la vida/ se pasea entre el fulgor y la penumbra./ No somos más que viajeros asustados/ revisando un mapa confuso. Cada mañana/ reclama carácter, la osadía de resistir/ en la fugacidad, en lo indescifrable. (César Bandin Ron)