La lectura exige una dosis de inspiración. No se lee todos
los días de la misma manera y muchas veces se lee sin inspiración. Leer no es
la actividad voluntaria que determinan las necesidades del saber, sino un acto
poético que si se realiza en frío no produce ninguna modificación en el sujeto.
La lectura requiere casi el mismo talento que el canto o la pintura. (
Juan José
Saer)