29 diciembre 2012


Se podría pensar al arte como una especie de inadaptación en estado de querella con lo que sucede a su alrededor. A diferencia del entretenimiento que iza una bandera blanca frente a las turbulencias que estremecen la paz, el arte nunca termina de entregarse por completo. Por eso podemos ver más de una vez una película, contemplar sin cansancio un mismo cuadro, escuchar hasta el hartazgo la misma melodía o releer un libro como si fuera el primer encuentro con él. (Marcos Mayer)