Están los homos y los héteros, están las mujeres y los hombres, están los buenos y los malos, los del primer mundo y los del tercero, los explotadores y los explotados. Y, entre tantas maneras de repartir a la especie humana en dos franjas, también está la que la divide entre quienes prefieren los gatos a los perros y quienes preferieren los perros a los gatos. Los del bando de los perros somos hipócritas, violentos, sensibleros, gregarios, impacientes, fieles, inmaduros, autoritarios, torpes, plebeyos, inoportunos, incapaces de ver en la oscuridad, de caer bien parados y de mirar el mundo desde la impasible superioridad de un dios egipcio.
16 agosto 2006
Están los homos y los héteros, están las mujeres y los hombres, están los buenos y los malos, los del primer mundo y los del tercero, los explotadores y los explotados. Y, entre tantas maneras de repartir a la especie humana en dos franjas, también está la que la divide entre quienes prefieren los gatos a los perros y quienes preferieren los perros a los gatos. Los del bando de los perros somos hipócritas, violentos, sensibleros, gregarios, impacientes, fieles, inmaduros, autoritarios, torpes, plebeyos, inoportunos, incapaces de ver en la oscuridad, de caer bien parados y de mirar el mundo desde la impasible superioridad de un dios egipcio.