La posmodernidad, recuerdan, fue aquel tiempo en el que se descubrió que no había que creer en las palabras, todas eran huecas, con todas se podía ironizar, todas eran falsas y llenas de dobles sentidos y absurdas. La posmodernidad ha muerto aunque nos enseñó algo útil: las palabras por sí solas no significan. Las palabras sólo significan en acto. Se pedirán acciones. Se querrá ver cuáles son las acciones de quien usa las palabras. (Nuris)