25 enero 2013


Te dirás que fueron buenos ciertos días/ en los que por fin supiste que no hay música./ Te verás frente a una ventana/ mirando un mundo de ese modo más cercano/ aunque del todo incomprensible.// Habías abandonado, no tenías instrumentos,/ eras el hombre más sólido.(Jorge Aulicino)


24 enero 2013


En primer lugar, algo acerca de la ironía. No se deje dominar por ella, y menos que en cualquier otra ocasión, en los momentos de esterilidad. En los que sean fecundos, procure aprovecharla como un medio más para comprender la vida. Empleada con pureza, también la ironía es pura, y no hay por qué avergonzarse de ella. Pero si usted siente que le es ya demasiado familiar y teme su creciente intimidad, vuélvase entonces hacia grandes y serios asuntos, ante los cuales ella quedará siempre pequeña y desamparada. Busque la profundidad de las cosas: hasta allí nunca logra descender la ironía... Y cuando la haya llevado así al borde de lo sublime, averigüe al mismo tiempo si ese modo de entender la vida brota de una necesidad propia y esencial. Pues entonces, bajo el influjo de las cosas serias, acabará por desprenderse de usted -si es algo meramente accidental-; o bien -si es que realmente le pertenece como algo innato- cobrará fuerza, y se convertirá en un instrumento serio para incluirse entre los medios con que usted habrá de plasmar su arte. (Rainer Maria Rilke)


23 enero 2013


Es/ Para/ Que/ Todo/ Tenga/ Un peso/ Que/ El espacio/ No lo/ Tiene. (Malcom De Chazal)


22 enero 2013


[¿Cómo es el comunismo hermenéutico, “débil”, que usted propone? ¿Por qué sería nuestra única salvación?] Es un comunismo pensado en el sentido de que no se imagina realizar un ideal positivo de estructura. Se llama comunismo hermenéutico básicamente sobre una idea de que no se puede dirigir la sociedad o la existencia con proposiciones científicas, sino que todo tiene que ser sometido a una interpretación. La ciencia sobre la que se funda hoy Europa es sólo la interpretación de un sector que interpreta el mundo con sus intereses, porque, como decía Nietzsche, no hay hechos sino sólo interpretaciones interesadas. Se interpreta desde los propios intereses, desde la propia clase. Esto es el punto fundamental para no adoptar una actitud resignada frente a lo que pasa, como si fuera la verdad. No es la verdad, es la interpretación que el mundo capitalista ofrece para resguardar sus propios intereses y privilegios. Por eso el comunismo se llama hermenéutico, no es un comunismo científico, como habían pensado los marxistas un poco positivistas del final del siglo XIX. Es un comunismo interpretativo, que no se presenta como una solución científica, se presenta como una solución de parte. Interpretación implica mirar al mundo con un proyecto de transformación, y nuestro proyecto de transformación es el comunista: electrificación más soviets. (Gianni Vattimo)


21 enero 2013


el recorrido del sol cuando cae/ la noche, el recorrido/ de la noche, hacia dónde/ va llegando, mirar/ lo conocido como signos/ que son y ya no son, un aceite/ de estar, representar/ su hueco,/ desplazados miramos/ como si fueran los otros/ siempre a estar ahí y de/ pronto no están o no estuvieran. (Olvido García Valdés)


20 enero 2013


Nunca en la historia había coincidido semejante información accesible con tal ignorancia letrada. (Alejandro Kaufman)


19 enero 2013


Así como la luz de una bujía/ de lejos, parece inmóvil, sin que siempre/ se advierta su oscilación roja o naranja,/ o como el peso del mar, sobre el que retoza,/ burbujeando, la espuma, hacia la cima,/ o como el latido del corazón en el pecho tranquilo,/ la vida bulle, silenciosa, en lo secreto,/ con otro movimiento,/ como un poeta desconocido por la ciudad a que canta,/ su movimiento no es el que reconocen las multitudes,/ no es el del astro que rota,/ ni el del cuerpo que se levanta o cae,/ sino más bien es semejante/ a las ondas de la luz,/ a las invisibles ondas del sonido,/ infínitesimalmente gozosas./ Vibra todo, como cuerda pulsada de laúd y no se enteran los rotativos./ Todo latido es secreto. (Fina García Marruz)


18 enero 2013


Marx descubrió que en el capitalismo el valor de uso, subjetivo, es sustituido por el valor de cambio: las cosas no valen por sí mismas sino por el valor de mercado. En el capitalismo tardío, lo mismo vale para los sujetos, y de ahí el drama de devenir obsoleto como les sucede a los objetos. El culto por la juventud se basa en este principio, y la juventud se cotiza muy bien en el mercado. (Silvia Ons)


17 enero 2013


Estoy en la vida del mismo modo / que una extranjera en una tierra / de la cual es expulsada una y otra vez / y a la que ama, sin embargo, / como si fuera su lugar de nacimiento. (Claudia Masin)


16 enero 2013


El personaje de "el poeta": la atención que le prestan y el valor que le dan tienden a ser inversamente proporcionales a la importancia que se da a la poesía, o, más bien, al delicado trabajo de escribir o leer poesía (o al desprendimiento que implica estar uno abierto a esa experiencia). Más aun cuando el que venera tanto la chapa de poeta es poeta, o aspirante a serlo, o uno de los que se cuelgan de esa chapa, como si pisar la tierra concreta con sus propios pies fuera un demérito, o para suplir lo que con la escritura no logran.


15 enero 2013


Tú no indagues, Leucónoe −vedado está saberlo−/ qué fin habrán de darnos a ti y a mí los dioses, / ni consultes los números babilonios. Mejor/ aceptar lo que viene, sean muchos inviernos/ o éste el último en que Júpiter nos concede/ ver cómo el mar Tirreno gasta las tercas rocas./ Sé sabia, sirve el vino y ajusta a un breve espacio/ las largas esperanzas. Mientras hablamos huye/ la edad: ¡goza este día! Nada cierto hay mañana. (Horacio)


14 enero 2013


[¿Y cómo ahora se llama comunista?] Porque no existe más el comunismo real. Se murió el comunismo real, ¡que viva el comunismo ideal! El comunismo ideal lo defino con los términos de Lenin: electrificación más soviets. Es decir, desarrollo económico productivo controlado por consejos populares, por organismos democráticos. Insisto sobre el término comunismo hoy porque me parece que la democracia en toda Europa, en Occidente, se está disolviendo, porque la gente no tiene más ideales alternativos de sociedad. Por el libre mercado no se puede morir, no es un ideal político por el cual sacrificarse. La gente no va más a votar porque no cree que se pueda cambiar nada. Por eso es necesario revivificar un ideal de sociedad alternativa. El único ideal de sociedad alternativa que tenemos es el de una sociedad donde no hay opresión económica, pero hay desarrollo y control popular sobre lo que pasa. (Gianni Vattimo)


13 enero 2013


La palabra gatillo estupro luminoso/ Efímera el azur en las venas/ La palabra bólido geranio en la ventana abierta/ Sobre un corazón batiente/ La palabra contextura bloque de marfil/ Pan petrificado plumas mojadas/ La palabra frustrar alcohol marchito/ Pasillo sin puertas muerte lírica/ La palabra muchacho como un islote/ Mirtilla lava galón cigarro/ Letargo azulina circo fusión/ Cuántas quedan de esas palabras/ Que no me conducían a nada/ Palabras maravillosas como las otras/ Oh imperio mío de hombre/ Palabras que escribo aquí/ Contra toda evidencia/ Con la gran preocupación/ De decir todo. (Paul Éluard)


12 enero 2013


Jacques Lacan dice que el discurso capitalista excluye al amor (El saber del psicoanalista). No sólo por el aspecto romántico que hace que los enamorados se basten a sí mismos y en esto se alejen del consumo, sino porque, en el amor, el otro no es una moneda de cambio, sino que se revela insustituible. En la nostalgia que surge del recuerdo de un amor perdido se hace presente el lenguaje privado que se compartió con el amado, un lenguaje que fue ése, único, no intercambiable con el de ningún otro. En el lenguaje privado, los epítetos indican la manera en la que, al nombrarlo, intentábamos expresar su unicidad. Y el tiempo que demanda el duelo amoroso da testimonio de que los seres no pueden sustituirse tan fácilmente, que no son descartables. Dice Borges que uno está enamorado cuando se da cuenta de que la otra persona es única. (Silvia Ons)


11 enero 2013


Una oscura pradera me convida,/ sus manteles estables y ceñidos,/ giran en mí, en mi balcón se aduermen./ Dominan su extensión, su indefinida/ cúpula de alabastro se recrea./ Sobre las aguas del espejo,/ breve la voz en mitad de cien caminos,/ mi memoria prepara su sorpresa:/ gamo en el cielo, rocío, llamarada. (José Lezama Lima)


10 enero 2013


En la comedia de la vida, acostumbran a ser aplaudidos los figurantes que se prestan a todos los papeles, a todo aceptan y animan, envaneciéndose de dar asilo a todas las verdades y mentiras. A esas criaturas porosas como el barro, creo preferir aquellos que resisten en sus dudas como la piedra y el hierro. Esto significa que no entiendo que sea infinita mi capacidad de aceptar y comprender, convivir y tolerar. En un mundo en que palabras como diálogo y comprensión viven huidas en las comisuras de tantos labios automáticos, no soy insensible a las virtudes de la incomprensión y de ese calumniado monólogo que, dentro de nosotros, es nuestro diálogo íntimo de hombre a hombre. (Y mentiría si no dijese, aquí, mi convicción de que hay diálogos imposibles: entre el pobre y el rico, el flaco y el fuerte, el casto y el libertino, el creyente y el ateo). (Ledo Ivo)


09 enero 2013


Después de todo, ¿para qué leernos?/ La musiquilla de las pobres esferas/ suena por donde sopla el viento amargo/ que nos devuelve, poco a poco, a la tierra,/ el mismo que nos puso un día en pie/ pero bien al alcance de la huesa./ Y en ningún caso en lo alto del coro,/ Bizancio fue: no hay vuelta.// Puede que sea cosa de ir pensando/ en escuchar la musiquilla eterna. (Enrique Lihn)


08 enero 2013


Es una cobardía buscar en los que se ama (o desear darles) otro consuelo que el que nos dan las obras de arte, que nos ayudan por el simple hecho de que existen. (Simone Weil)


07 enero 2013


Suavemente para poder destrozar/ Ojo cerrado para verte mejor/ Con alegría para poder llorar/ Desesperado para tener paciencia/ Lentamente para no atrasar/ Atrás de la vida para poder morir/ Me estoy despidiendo para poder volver (Tom Zé)


06 enero 2013


El arte, más allá de las dificultades para definirlo, tiene tal vez como una de sus funciones ponernos en estado de interpretación permanente, tal como plantea Walter Benjamin cuando se refiere a las narraciones en ese texto maravilloso que es el que dedica a Nikolai Leskov. Interpretación permanente que es tal vez la mejor manera de no terminar de llegar a ninguna parte, como en las historias de Kafka. Siempre hay un núcleo que no termina de develarse y ese juego de descubrimiento permanentemente provisorio y precario es una situación que mezcla el placer con la amenaza de decepción. Muchas de las historias de Henry James plantean ese doble juego. Las cosas nunca terminan de saberse, eso las vuelve atractivas pero decepcionantes. A veces, como plantea Peter Handke no nos queda otra alternativa que aceptar al cansancio como un estado inevitable, antes de ponernos en marcha. (Marcos Mayer)


05 enero 2013


Cohabito con un oscuro animal./ Lo que hago de día, de noche me lo come./ Lo que hago de noche, de día me lo come./ Lo único que no me come es la memoria. Se encarniza en palpar hasta el más chico de mis errores y mis miedos./ No lo dejo dormir./ Soy su oscuro animal. (Juan Gelman)


04 enero 2013


Tarea política primordial: prestar atención, escuchar. (Alejandro Kaufman)


03 enero 2013


Te estoy explicando/ Para confundirte/ Te estoy confundiendo/ Para esclarecerte/ Estoy iluminado/ para poder cegar/ Estoy quedando ciego/ para poder guiar. (Tom Zé)


02 enero 2013


Esa reticencia a entregarse por completo, que forma parte de los placeres que nos propone el arte es, de alguna manera, una manera de resistir a la tentación de las certezas. Un novela o una canción se agotan cuando se sabe –o se cree saber- todo acerca de ellas. Es probable que las relecturas y renovadas escuchas sean distintos en cada uno porque no se practica la incertidumbre de la misma manera.(Marcos Mayer)


01 enero 2013


hay peores cosas que/ estar solo/ pero suele tomar décadas/ darse cuenta/ y las más de las veces/ cuando lo hacés/ es demasiado tarde/ y nada hay peor/ que/ demasiado tarde. (Charles Bukowski)