18 enero 2013


Marx descubrió que en el capitalismo el valor de uso, subjetivo, es sustituido por el valor de cambio: las cosas no valen por sí mismas sino por el valor de mercado. En el capitalismo tardío, lo mismo vale para los sujetos, y de ahí el drama de devenir obsoleto como les sucede a los objetos. El culto por la juventud se basa en este principio, y la juventud se cotiza muy bien en el mercado. (Silvia Ons)