Ciégate para
siempre:/ también la eternidad está llena de ojos-/ allí/ se ahoga lo que hizo
caminar a las imágenes/ al término en que han aparecido,/ allí/ se extingue lo
que del lenguaje/ también te ha retirado con un gesto,/ lo que dejabas
iniciarse como/ la danza de dos palabras sólo hechas/ de otoño y seda y nada.
(
Paul Celan)