No es lo que falta, es lo que sobra, lo que no
duele./ Aquello que excede la austeridad taimada de las cosas/ o que desborda
desdoblando la mezquindad del alma prisionera./ Mientras estamos dentro de
nosotros duele el alma,/ duele ese estarse sin palabras suspendido en la
higuera/ como un noctámbulo extraviado. (
Néstor Perlongher)