14 mayo 2013


La ira, oh Ligurio, quema el entendimiento, mas no lo alumbra; y la paciencia, que obliga a los buenos, anima a los malos. Por eso conviene tenerlas entrambas o a ninguna, que la ira sufrida sabe ser virtud y la paciencia enojada deja de ser vicio. (Francisco de Quevedo y Villegas)