Hablar de lencería no es un acto de nostalgia, como tampoco lo es referirse al hechizo del mundo para mitigar su hostilidad. El par intimidad-seducción decae, aún y cuando las condiciones que impulsaron esta manera de vivir han variado poco. Perder la intimidad y simplificar la seducción son una merma para la civilización. (Daniela Gutiérrez)