29 septiembre 2006


Ni contra las religiones ni contra las causas. No al menos contra las religiones y las causas per se, sino contra lo que ocurre cuando funcionan como protección o como instrumento para recubrir o compensar nuestras insuficiencias, reales o posibles, para ignorar el desamparo al que somos arrojados desde que empezamos a hacer sombra bajo el sol.