29 mayo 2007



Si hablamos de ese veredicto ideal que todo poeta espera ver surgir, como una resonancia íntima de su obra, bueno, digamos que desearía uno similar al que algún día yo emití sobre Wallace Stevens: dije que era un poeta que aprovechó todos los recursos que la inteligencia y la sensibilidad pusieron a su alcance para expresar una verdad objetiva esencial y los movimientos sucesivos en la búsqueda de esa verdad. (Girri)