El futuro de la religión es, en realidad, nuestro único posible futuro. Los problemas ecológicos y sociales se han vuelto hoy tan complejos que, como decía Heidegger, sólo un Dios nos puede salvar. Yo agregaría que sólo un Dios relativista, no absoluto, y tal vez ni siquiera único. Para mí habrá un futuro, y por lo tanto también habrá una posible transformación social, un auténtico acontecimiento histórico, si hay en la humanidad un auténtico comportamiento religioso. Pienso en el principio del cristianismo, la caridad; no en el dogma, no en las doctrinas de la Iglesia, que únicamente pueden contribuir al desencadenamiento de las guerras de religión. (Vattimo)
26 julio 2008
El futuro de la religión es, en realidad, nuestro único posible futuro. Los problemas ecológicos y sociales se han vuelto hoy tan complejos que, como decía Heidegger, sólo un Dios nos puede salvar. Yo agregaría que sólo un Dios relativista, no absoluto, y tal vez ni siquiera único. Para mí habrá un futuro, y por lo tanto también habrá una posible transformación social, un auténtico acontecimiento histórico, si hay en la humanidad un auténtico comportamiento religioso. Pienso en el principio del cristianismo, la caridad; no en el dogma, no en las doctrinas de la Iglesia, que únicamente pueden contribuir al desencadenamiento de las guerras de religión. (Vattimo)