18 marzo 2012


Se tiene nostalgia de cuando éramos uno con el mundo. Alguna que otra vez, cuando por algún motivo se corre el velo de la costumbre, las cuentas pendientes, los miedos, las dependencias, algo destella en alguna cosa vista, oída o pensada: vínculos, iluminaciones, un ensanchamiento de la perspectiva, un temblor en el ánimo que tiene que ver con afectos inexplicables. Eso alimenta la poesía, "nostalgia de cuando éramos uno con el mundo" (una condición que se entrevé, y por eso ilumina, que solamente un desquiciado mental o un criminal podría intentar recuperar, y si obtuviera esa recuperación imposible lo recuperado se desvanecería). No es una condición superior, se va a equivocar mucho el que lo vea como una joya que incorporar al capital del alma, un título de "espiritualidad alta". Es lo contrario: despojamiento, liberación, desinterés en varios de los sentidos de la palabra.