No, no, memoria del pasado día/ vengas sobre este sol y césped santo./ No vuelva yo a invocar refugio tanto/ de lo que así se crece en despedida.// Quédeme tu intemperie y mi porfía/ de caer, de volver de nuevo a alzarme,/ no la raída pasamanería/ que alza mi polvo y que tu luz deshace.// No me hartes de mí que hartazgo tanto/ no soporta mi poca luz vencida./ Mas mi ayer fue tu hoy: no halle quebranto.// Volver a lo pasado no es mi ruego.../ ¿Pero y aquel aroma de la vida?/ Retenga su promesa, no su fuego. (Fina García Marruz)