Dad el sueño á la
tarde/ y no habremos tarde./ Dad á la flor el sueño/ y no habremos flor./ Las
soledades van del no ser a la tarde,/ de la tarde al no ser,/ del no ser de la
flor/ al ser de la flor.// Tú lavador de tardes/ devuélvenos la tarde./ Tú que lavas
el sueño,/ el no ser de las cosas,/ devuélvenos la tarde,/ la eternidad de
ser,/ la eternidad de nada. (
Jacobo Fijman)