09 octubre 2012


Si los hombres viven en la barriga de una ballena/ sólo pueden sentir frío y hablar/ de las manadas periódicas de peces y de murallas/ oscuras como una boca abierta y de manadas/ periódicas de peces y de murallas/ oscuras como una boca abierta y sentir mucho frío./ Pero si los hombres no quieren hablar siempre de lo mismo/ tratarán de construir un periscopio para saber/ cómo se desordenan las islas y el mar/ y las demás ballenas -si es que existe todo eso./ Y el aparato ha de fabricarse con las cosas/ que tenemos a la mano y entonces se producen/ las molestias, por ejemplo/ si a nuestra casa le arrancamos una costilla/ perderemos para siempre su amistad/ y si el hígado o las barbas es capaz de matarnos./ Y estoy por creer que vivo en la barriga de alguna ballena/ con mi mujer y Diego y todos mis abuelos. (Antonio Cisneros)