El mar, hasta que nos acercamos a sus límites, es una cosa simple que se repite ola a ola. Pero las cosas más simples en la naturaleza no se abordan sin poner en ellas muchas formas, sin andar con muchos cumplidos, sin que las cosas más densas sufran un adelgazamiento. Por eso el hombre, y también por rencor contra una inmensidad que lo abruma, se precipita a las orillas o a la intersección de las grandes cosas para definirlas. Porque la razón se tambalea peligrosamente en el seno de lo uniforme, y se enrarece: un espíritu con ansia de nociones debe primero aprovisionarse de apariencias. (Ponge)
29 julio 2007
El mar, hasta que nos acercamos a sus límites, es una cosa simple que se repite ola a ola. Pero las cosas más simples en la naturaleza no se abordan sin poner en ellas muchas formas, sin andar con muchos cumplidos, sin que las cosas más densas sufran un adelgazamiento. Por eso el hombre, y también por rencor contra una inmensidad que lo abruma, se precipita a las orillas o a la intersección de las grandes cosas para definirlas. Porque la razón se tambalea peligrosamente en el seno de lo uniforme, y se enrarece: un espíritu con ansia de nociones debe primero aprovisionarse de apariencias. (Ponge)
28 julio 2007
Si se juega, se tiene necesidad de reglas; de otro modo no tiene gusto. La poesía más desenfrenada tiene que tener una sólida base en el sentido común y esto creo que es la ventaja del verso formal. Además de las ventajas correctivas, el verso formal libera de las cadenas del propio yo. Aquí me gusta citar a Valery, que decía que uno es poeta si su imaginación es estimulada por las dificultades inherentes a su arte y no si la imaginación está por ello ofuscada. Pienso que poquísimos pueden tratar el verso libre, es preciso un oído infalible como D. H. Lawrence para determinar dónde acaba el verso. (W.H. Auden*)
22 julio 2007
Per mezzo della televisione il Centro ha assimilato a sé l’intero paese, che era così storicamente differenziato e ricco di culture originali. Ha cominciato un'opera di omologazione distruttrice di ogni autenticità e concretezza. Ha imposto cioè, come dicevo, i suoi modelli: che sono i modelli voluti dalla nuova industrializzazione, la quale non si accontenta più di un "uomo che consuma", ma pretende che non siano concepibili altre ideologie che quella del consumo. Un edonismo neo-laico, ciecamente dimentico di ogni valore umanistico e ciecamente estraneo alle scienze umane. //L’antecedente ideologia voluta e imposta dal potere era, come si sa, la religione: e il cattolicesimo, infatti, era formalmente l’unico fenomeno culturale che "omologava" gli italiani. Ora esso è diventato concorrente di quel nuovo fenomeno culturale "omologatore" che è l’edonismo di massa: e, come concorrente, il nuovo potere già da qualche anno ha cominciato a liquidarlo. Non c’è infatti niente di religioso nel modello del Giovane Uomo e della Giovane Donna proposti e imposti dalla televisione. Essi sono due Persone che avvalorano la vita solo attraverso i suoi Beni di consumo (e, s’intende, vanno ancora a messa la domenica: in macchina). (Pasolini, 1975)
20 julio 2007
A mí nunca me atrajeron los superhéroes norteamericanos. Desde el momento en que un tipo tiene superpoderes ya representa una ventaja excesiva, se sabe a priori que no pueden perder y es muy difícil identificarse con ellos. Un tipo que no tiene miedos no me da gracia. En cambio, me interesan aquellos personajes que padecen, que son más humanos, que ofrecen muchas más facetas para trabajar, y desde ese punto de vista, Inodoro Pereyra es un antihéroe. (Fontanarrosa)
15 julio 2007
La dialéctica histórica tiene un no sé qué de apasionante. No queda más remedio. Macri y su troupe de políticos apolíticos nos pusieron entre la espada y la pared, hay que admitirlo. A partir de ahora, con una derecha en uso de todas sus facultades, los que no somos de derecha bien haríamos en hablar de ideología todo lo que sea necesario. No vamos a comprar, nosotros, el buzón de la gestión inocente. Habrá que hablar claramente, con huevos, con franqueza, acerca de qué creemos que es verdad, y qué es mentira./ Habrá que hacerlo para recuperar del lenguaje que usamos una palabra que ahora está manchada con mugre propia y ajena. Si en lugar de tratar de decir las cosas clara y profundamente nos mandamos mensajes de texto, ellos ganan. Deberíamos hacer un esfuerzo para rehacernos de esa palabra, ideología, porque ella explica conductas, abre puertas mentales, traza ejes de acción, prioriza lo urgente y posterga lo accesorio. Y porque la ideología que al menos tengo yo, postula que la ideología es la herramienta más apropiada para organizar nuestra mente ante el mundo y los otros. Prefiero la ideología que el interés. (Sandra Russo)
06 julio 2007
y de los instintos perversitos/ y de las ideitas reputitas/ y de las ideonas reputonas/ y de los reflujos y resacas de las resecas circunstancias/ desde qué mares padres/ y lunares mareas de resonancias huecas/ y madres playas cálidas de hastío de alas calmas/ sempiternísimamente archicansado/ en todos los sentidos y contrasentidos de lo instintivo/ o sensitivo tibio/ o remeditativo o remetafísico y reartístico típico/ y de los intimísimos remimos y recaricias de la lengua/ y de sus regastados páramos vocablos y reconjugaciones y recópulas/ y sus remuertas reglas y necrópolis de reputrefactas palabras/ simplemente cansado del cansancio. (Girondo)
04 julio 2007
Estamos en una etapa de individualización pero es una individualización pasiva, es una individualización de consumo bajo la mirada de las cámaras de vigilancia. Y eso en algún sentido define un universo totalitario. Podría decirse, por un lado, que hay una frontera cada día más problemática entre democracia y posibilidad de dictadura y, por otro lado, que estamos cruzando la frontera entre realidad y ficción. La ficción que presenta la televisión tiene un aspecto ambiguo y, en cierta forma, nuestra realidad no es más que este tipo de ficción. (…) Pero el ser humano es un animal simbólico y como tal necesita de la relación. Cada uno necesita del otro para existir como individuo a través de la simbolización de la relaciones. Vivimos un período de crisis y hay cosas terribles que pueden venir pero creo que hay formas de resistencia. No resistencia militar sino la resistencia de la madera, de la piedra, del hombre y su existencia simbólica. (Marc Augé)
01 julio 2007
Tuércele el cuello al cisne, buscando/ un poco de lenguaje de gotas de sangre.// Cómo podemos hablar de sangre, el cielo/ está empapado de sangre.// Un poco de lenguaje/ de rocío, entonces.// Se seca.// Un lenguaje/ de hojas bajo los pies./ Hojas en el árbol, temblando/ al hablar. Los álamos/ tiemblan y hablan/ si uno se les acerca. (Levertov)
29 junio 2007
28 junio 2007
27 junio 2007
24 junio 2007
23 junio 2007
20 junio 2007
La paradoja de la lírica moderna parece consistir en esto: una suprema ilusión de canto que milagrosamente se sostiene después de la destrucción de todas las ilusiones. El alma, despojada de sus sueños y de sus duelos, constreñida a abrazar la ‘rugosa realidad’, a exprimir el jugo presente y amargo de la existencia, encuentra en este, su duro y necesario reconocimiento, un paradojal principio de música y olvido. (Sergio Solmi)
17 junio 2007
Y es que el cante hondo andaluz está en la palabra, no en la letra: como lo está toda poesía, que es por definición de Carlyle cante hondo, pensamiento profundizado hasta el canto: lo que no es lo mismo que superficializado hasta el cantar. Todo poesía es palabra de hondo: alma, soplo, espíritu, sin más gloria que la de la flor de la hierba; pero es palabra viva y verdadera, palabra y no música, ni letra. Cante hondo a pleno o pleno llano, como el de la Iglesia analfabética de Cristo. (José Bergamín)
14 junio 2007
No es la forma ni el sistema (valores positivos) lo que define a la literatura, sino ese menos donde se afirma y se funda. Una falta histórica, sociológica, psicoanalítica (para mencionar los saberes dominantes) que la revela como lo faltante del discurso social, como lo no-dicho del discurso colectivizado, como borde o excrecencia de lo pleno lingüístico. Palabra muda si las hay, convoca oídos sordos a la resonancia de lo "estético", a la "palabrería" de las lenguas convocadas, a la "charlatanería" de los discursos sociales, para abrirse a la significación profunda de aquello que la inaugura: la palabra-negada, arcaica, del deseo. Pero el deseo no es una categoría epistémica: es un dato originario, no está sometido a ninguna operación lógica. Necesita, exige, una lectura transferencial –a veces se llama pasión– en donde el sujeto se aniquila en el objeto. (Nicolás Rosa)
13 junio 2007
Cuando estás cazando caribús/ debes pensar como un caribú./ Cuando estás escribiendo, obsérvate como si/ fueras la escritura/ con el lápiz apuntando hacia el centro de ti./ Rayándote el alma./ Para que no llegues a decir:/ desde hace tiempo sé que el porvenir me dejó atrás./ Pero también sé que el porvenir no fue a ninguna parte. (Juan Calzadilla)
12 junio 2007
10 junio 2007
09 junio 2007
En cuanto a mi relación “artística” con el Evangelio, es bastante curiosa: ya sabrás que, como escritor nacido de la Resistencia, como marxista, etc., durante los años cincuenta mi trabajo ideológico se dirigió hacia el racionalismo, en polémica con el irracionalismo de la literatura decadente (sobre la que me había detenido y a la que tanto quería). Por el contrario, la idea de hacer una película sobre el Evangelio es, debo confesarlo, fruto de una furiosa oleada irracionalista. Quiero hacer una pura obra de poesía, incurriendo quizás en el peligro del esteticismo (Bach y, en parte, Mozart como motivo musical; Piero della Francesca y, en parte, Duccio para inspiración de los valores figurativos; la realidad prehistórica y exótica del mundo árabe como fondo y ambiente). Todo esto pone en peligro mi carrera de escritor, lo sé. Pero bien estaría que, amando tan entrañablemente al Cristo de Mateo, fuese a tener miedo de poner algo en peligro. (Pier Paolo Pasolini)
05 junio 2007
Hace rato que la literatura argentina no se ocupa nada más que de sus riñas intestinas, su crisis se ha trivializado y tiende más bien a encerrarla sobre sí misma; no expande ninguna frontera. Pero creo que también hay una evidente devaluación intelectual del escritor argentino que vino de la mano de esa reducción confusa que fue llevando a la costumbre de llamar “literatura” a lo que sucede en un minúsculo ghetto de fabricantes de libros, noteros, críticos y académicos confabulados para sobrevivir. Hubo una época donde escritor era sinónimo –justa o injustamente– de intelectual; gozaba de una prerrogativa de horizonte ampliado; el oficio de narrador, cuentista o ensayista hacía suponer una alta categoría imaginativa y reflexiva que encendía el interés por hallar su proyección escrutadora sobre los problemas de la sociedad. Hoy es sinónimo a lo sumo de cualquier cosa menos eso, ¿por qué habría de ser interesante la opinión sobre el país de un notero que fabrica novelas históricas por encargo, por ejemplo? (Julio Zoppi)
03 junio 2007
Nos persignábamos ante Lenin, viejo. Él era nuestro santo./ Creíamos… sí que creíamos. La revolución estaba llena de dioses./ Ahora que dejé de creer me doy cuenta de lo importante que eran aquellas adoraciones. Quizá este frío que siento, este desamparo, ese hueco ciego que se me instaló en el pecho, esto sí sea ateísmo. ¿Será?/ Si al menos me hubiera convertido en otra cosa…/ Pero no… Fue un salto a la nada en busca de un imaginario renacimiento. (Jorge Sigal, en El día que maté a mi padre. Confesiones de un ex comunista)
02 junio 2007
En política, ahora que las categorías de izquierda y derecha son simplistas, podría pensarse que un nuevo dique separador de aguas es la creencia o la no creencia en que todos los hombres, mujeres y niños, sólo por haber nacido, son portadores del derecho a la dignidad humana. Después vendrán los matices sobre cómo operar sobre la realidad del país para que eso suceda. (Sandra Russo)
01 junio 2007
30 mayo 2007
29 mayo 2007
Si hablamos de ese veredicto ideal que todo poeta espera ver surgir, como una resonancia íntima de su obra, bueno, digamos que desearía uno similar al que algún día yo emití sobre Wallace Stevens: dije que era un poeta que aprovechó todos los recursos que la inteligencia y la sensibilidad pusieron a su alcance para expresar una verdad objetiva esencial y los movimientos sucesivos en la búsqueda de esa verdad. (Girri)
28 mayo 2007
Tengo que confesar que hay en mí una seria tendencia a creer en la irrealidad del mundo. No intento polemizar sobre esto, lo admito como una resolución secreta, mágica por incógnita. Es obvio, creo que mi poesía no persigue un hecho estético. En todo caso, lo estético se da por añadidura. La única verdad para mí –y creo que esta evidencia daría esos acordes repetidos que, según dicen, vertebran mi poesía– es que cada apariencia se diluye y se completa en el verbo porque el verbo es el único asidero para que la “real realidad” exista. (Girri)
27 mayo 2007
No creo que se pueda sostener que el arte de Giotto, para citar a alguien, no tenga relación con el espíritu franciscano. Lo mismo en cuanto a la ciencia, no pienso que se pueda considerar indiferente el hecho de que Galileo fuera platónico. De manera general, no pienso que un hombre de primera magnitud acepte una concepción de la vida humana, del bien, etc., desde afuera, por casualidad (aun cuando pueda aceptar así un rótulo), ni que en un hombre así ninguna forma de actividad deje de estar en relaciones estrechas con todas las demás. El misterio del gran arte, precisamente, es que la doctrina del artista pasa a sus manos. Poco importa que al mismo tiempo pueda o no expresarla en palabras. (Simone Weil)
26 mayo 2007
Tu tesis de que la doctrina de un artista no tiene efectos sobre su arte no me parece sostenible. Que tenga enfrente y en sus manos problemas que exigen una atención exclusiva de su parte, de acuerdo. Pero esos problemas que se tienen ante la vista y se tocan, pienso que dependen de su concepción del mundo y de la vida humana. Lo cual no se aplica, por cierto, sino a quienes son de primera magnitud. En cuanto a mí, los otros no me interesan. (Simone Weil)
22 mayo 2007
Que maneje fuerzas que lo arrebaten, que parezcan que van a destruirlo. Que se apodere de este reto y disuelva la resistencia. Que destruya el lenguaje y que cree el lenguaje. Que durante el día no tenga pasado y por la noche sea milenario. Que le guste la granada, que nunca ha probado, y que le guste la guayaba que prueba todos los días. Que se acerque a las cosas por apetito y que se aleje por repugnancia. (Lezama Lima)
19 mayo 2007
La melancolía es una manera, por tanto, de tener; es la manera de tener no teniendo, de poseer las cosas por el palpitar del tiempo, por su envoltura temporal. Algo así como una posesión de su esencia, puesto que tenemos de ellas lo que nos falta, o sea lo que ellas son estrictamente. (María Zambrano)
17 mayo 2007
Liberado del yugo de la moral, el sexo ya no se vive como el correlato de un deseo sino como una prestación, una gimnasia, una higiene de los órganos que no puede conducir más que a un hastío mortífero. ¿Cómo gozar? ¿Cómo hacer gozar? ¿Cuál es el tamaño ideal de la vagina? ¿Cuál es la longitud correcta para un pene? ¿Cuánto tiempo? ¿Cuántas parejas en una vida, en una semana, en un día, en un minuto? La psicología del condicionamiento y de la alienación sexológica o de intercambio nunca tuvo tanta fuerza como hoy. Tanto es así que asistimos a una amplificación de todas las quejas. Pues cuanto más se promete la felicidad y la seguridad ideal, más persevera la desdicha, más aumenta el riesgo y más se rebelan las víctimas de las promesas incumplidas en contra de aquellos que los han traicionado./ ¿Cómo no ver en esta curiosa psicologización de la existencia que ha ganado toda la sociedad, y que contribuye a la despolitización creciente, la expresión más solapada de aquello que Michel Foucault y Gilles Deleuze llamaron “un pequeño fascismo ordinario”, íntimo, deseado, querido, admitido y celebrado por aquel que a veces es su protagonista y otras veces su víctima? Un pequeño fascismo que nada tiene que ver, claro está, con los grandes fascistas, puesto que se desliza en cada individuo sin que éste se dé cuenta, sin que peligren los sacrosantos principios de los derechos humanos, del humanismo y de la democracia. (Élisabeth Roudinesco)
16 mayo 2007
Yo veo/ sus brazos colgando/ y su mano cortada,/ balanceando la propia bolsa de sus huesos./ ¡Qué hace!/ ¡Deje!/ ¿Está usted en su juicio?/ Dejar que las mejillas/ se cubran de tiza mortal./ Si usted sabía cantar/ como nadie en este mundo./ ¿Por qué?/ ¿Para qué?/ Se encogen asombrados/ los críticos rezongan -Es el vino,/ es aquello/ o lo de más allá./ Y como resultado, mucho vino y cerveza./ Cambiando/ la bohemia por la "clase",/ la clase tendría influencia sobre usted/ y no habría por qué pelear./ ¿Y la "clase" acaso/ calma la sed con limonada?/ La clase no es idiota,/ sabe beber./ Es decir/ si contase con el apoyo/ de algunos de los del Puesto/ tendría otra orientación/ y usted escribiría cada día/ cien estrofas fatigantes y largas/ como las de Doronin./ A mi juicio, realizándose semejante pesadilla/ usted igual se colgaría./ Es mejor morir de vodka/ que de aburrimiento./ No revelarían/ la causa de esta pérdida/ ni la cuerda/ ni el puñal suicida./ Tal vez si hubiese tinta en el hotel Inglaterra/ no tendría razones/ para cortarse las venas./ Los imitadores se alegraron -¡Bis!/ Contra él/ casi un pelotón entero/ pareciera haber realizado el atentado./ ¿Para qué aumentar el número de suicidas?/ Mejor aumentar la cantidad de tinta. (Maiakovsky, a Esenin)
13 mayo 2007
10 mayo 2007
“Algo interno, delicado, nada fácil de definir, se ha quebrado”, escribe Horacio González sobre la Feria del Libro, sin cuidarse de que le cuelguen el cartel de "apocalíptico". Lo que propongo es leer ciertos tramos de su artículo como si, en vez de referirse a la feria, estuviera hablando de un estado de cosas del que la feria es una expresión, exacerbada pero no excepcional: “Quizás [se ha quebrado] un espíritu de medida entre los diferentes usos de la palabra y la letra, entre los distintos planos de interés, entre la festejable y caótica coincidencia, entre los gustos primerizos y los programas de lectura más sutiles, entre la lectura de iniciación y la búsqueda especializada. Algo se ha ausentado, distorsionado. (…) Ese mundo hecho libro, la implícita utopía de Mallarmé (que pese a su esoterismo también le hablaba a la industria cultural), ahora deja escuchar un molesto rasguido interno, un injusto desbalance. Hay una ruptura de las proporciones entre los platillos de la balanza que pesaban al lector clásico y al consumidor del difusionismo televisivo. Esa aguja que vibraba hacia un lado y hacia otro permitía imaginar mezclas y reagrupamientos de públicos. Se dirá que aun así el balance siempre será favorable para los autores, para las editoras, para la industria cultural del libro, pero me permito tener dudas. La Feria se va tornando un campo de experimentación de tendencias publicitarias y de operaciones testeadoras de productos. Si fuera así, en un tiempo que sospecho inmediato, incluso lo que por comodidad narrativa llamamos la “gente”, tampoco saldrá ganando. Todos retrocederemos, lectores, editores, expositores, la propia cultura colectiva del país. Si no tratamos los pormenores, rectificaciones y ajustes de esta silenciosa fractura interna, terminaremos aceptando que un trivializado Espectáculo de consumo sea superior a las antiguas y venerables Ferias.”
09 mayo 2007
08 mayo 2007
“La cultura híbrida global de cyborgs y singularidades que espanta sólo a los pusilánimes que aborrecen del individuo libre”, escribe un paraneodeleuziano que cree necesario justificar su gusto por los jueguitos y convertirlo en algún tipo de superioridad esencial, como si disfrutar con algo que a uno le gusta fuera una virtud, no un derecho. Si eso fuera ser pulsilánime, lo soy, aunque no es precisamente “espanto” lo que siento ante “la cultura híbrida global de cyborgs y singularidades”, sino curiosidad y desconfianza. Mejor pasar por pulsilánime que dar por bueno el verso del “individuo libre”. Como si el individuo libre existiera, como si pudiera existir, en cualquier sociedad. Como si hoy esa creencia, “el individuo libre”, no fuera uno de los principales modos de mantenernos entretenidos y satisfechos, entusiasmados con la portación de la etiqueta de "libertad" de la que somos propietarios (si nuestro poder adquisitivo lo permite), con la vanidad bien alimentada y sin que ninguna aspiración a que las cosas sean de otro modo perturbe tanto estar bien con uno mismo.
07 mayo 2007
“La cultura híbrida global de cyborgs y singularidades que espanta sólo a los pusilánimes que aborrecen del individuo libre”, escribe un neodeleuziano de última generación que, para justificar su gusto por los jueguitos, considera necesario desautorizar a quienes tienen otras preferencias, como si disfrutar con algo que a uno le gusta fuera una virtud, no un derecho. ¿Así que eso era ser pulsilánime? En ese caso lo soy, aunque no es precisamente “espanto” lo que siento (más bien, son los tipos como él los que me parecen los verdaderamente espantados, si bien no ante alguna nueva forma de cultura sino ante la irreparable vaciedad de la existencia). Mejor pasar por pulsilánime que conformarse con una “libertad” tan cercana a la idiotez autosatisfecha y la renuncia. Lo que no me van a hacer comprar, en todo caso, es el verso del “individuo libre”. Como si el individuo libre existiera, como si pudiera existir, en cualquier sociedad pero muy especialmente en esta. Como si ese slogan, “el individuo libre”, no fuera hoy, al menos en los sectores sociales que están en condiciones de adoptarlo, el principal anzuelo para mantenernos enganchados al servicio del poder, esclavizados y felices, embobados en la contemplación de la "libertad" que nos vendieron, gozando la vanidad que nos regalan, como premio consuelo, por no aspirar ya a que las cosas sean de otro modo.
06 mayo 2007
Petras, que se ha distanciado del MST por su "pragmatismo", parece no querer asumir que para los sin tierra es positivo el triunfo de Lula, aun sabiendo que no va a promulgar la reforma agraria. Para ese movimiento, que incluye a dos millones de personas en cinco mil asentamientos rurales, no todo puede resumirse en la ruptura con el capitalismo y el no pago de la deuda, entre otras cosas porque tiene que asegurar día a día un mínimo de alimentación a sus miembros. Y, sobre todo, porque su carácter antisistémico no pasa por "hacer un llamado a la expropiación del capitalismo" sino por intentar sobrevivir –a pesar y dentro del sistema– intentando no reproducirlo, lo que implica alentar nuevas formas de trabajar, de autoeducarse, de cuidar la salud y un sinfín de cuestiones que hacen a la vida cotidiana. Y que tienen escasa relación con el discurso. La teoría revolucionaria clásica ha sido puesta en cuestión por la práctica de unos cuantos movimientos (sobre todo los indígenas de Chiapas y Bolivia y los sin tierra, pero cada vez más por las feministas y otras supuestas "minorías") en un punto clave: la exigencia de una "ruptura" con el ancien régime como eje en torno al que deben giran los cambios. La lógica binaria reforma-revolución ha dejado de funcionar hace tiempo para explicar el carácter de los procesos sociales. (Raúl Zibecchi)
04 mayo 2007
Se escribe para sostener el mundo, y se lee. Para hacer que exista. Para que, al darle palabras, se aparte de la insignificancia de la que el mundo y cada uno de sus seres estamos hechos, igual que estamos hechos para el hueso seco y la fosa. Y que, al entrar en palabra, la insignificancia signifique, se rebele contra su fatalidad.
03 mayo 2007
01 mayo 2007
26 abril 2007
Actúa piadosamente para no tener que experimentar a Dios; en última instancia, no es piadoso sino que solamente busca en sí su seguridad y su autojustificación, su riqueza espiritual. (Anselm Grün, hablando de un tipo de sujeto que se supone religioso; puede aplicarse la idea a la militancia política, a la práctica de la poesía y de la literatura, al sexo, al amor, etc.)
25 abril 2007
Pero que nadie se confunda: no se escriben ficciones para eludir, por inmadurez o irresponsabilidad, los rigores que exige el tratamiento de la “verdad”, sino justamente para poner en evidencia el carácter complejo de la situación, carácter complejo del que el tratamiento limitado a lo verificable implica una reducción abusiva y un empobrecimiento. Al dar un salto hacia lo inverificable, la ficción multiplica al infinito las posibilidades de tratamiento. No vuelve la espalda a una supuesta realidad objetiva: muy por el contrario, se sumerge en su turbulencia, desdeñando la actitud ingenua que consiste en pretender saber de antemano cómo esa realidad está hecha. No es una claudicación ante tal o cual ética de la verdad, sino la búsqueda de una un poco menos rudimentaria. (Saer)
23 abril 2007
En el mejor gol brasileño la tocan todos. En el mejor gol argentino hay uno que pasa a todos. (Martín R)
22 abril 2007
19 abril 2007
¿Y a la hora de/ pagar las cuentas, qué?/ ¿Y a la hora de cobrar?/ ¿Y a la de lavar/ prendas inconfesa-/ blemente sucias?/ ¿Y a la hora de/ todo está dicho? ¿A/ qué agregar/ más ruido al ruido?// ¿Y después de/ ya sabemos qué cosa,/ qué poesía?// Poesía del/ todo está dicho, del/ no está dicho en/ lo dicho, del/ no sé. Del/ todo está dicho y/ qué, del/ ruido. De/ mirar el ruido y/ escribir/ atrás o adentro, o/ por encima/ del ruido, con/ ruido, en el/ mundo del/ ruido, y/ qué. (En la resaca)
14 abril 2007
¿Es un destino del deseo puro, a fuerza de quemar los objetos, el de terminar extinguiéndose en un deseo de nada, deseo de muerte? No se entiende muy bien por qué tendría que ser así, y existen aún escrituras que asumen el riesgo más grave de todos, el del sentido en que el sujeto se juega su destino. Y a pesar de las imprecaciones y las siniestras profecías, la poesía amorosa no debería, aún menos que cualquier otra, ser llamada a desaparecer hoy en día, ya que en la era de la muerte de Dios, nuestra iluminación más accesible es profana. (Martine Broda)
12 abril 2007
Hoy en día, en Francia, la poesía, al perder contacto con su público a medida que renuncia a toda dimensión existencial, ética y de destino, deriva en tendencia a agotarse en juegos paródicos, o incluso a quedarse exangüe, como esa aburrida “poesía blanca” que se mantiene desde hace un tiempo en el proscenio. La actual “modernidad negativa” no ha teorizado nunca su práctica, solo se contenta con promulgar interdictos, ya que posee tabúes, sobre todo, y uno de los más risibles es aquel que sospecha de toda emoción, incluso la más sobria, aun cuando la poesía posee su propio pathos, que es el de la afasia. Con el pretexto de poner a prueba los límites de la lengua, imita la abstracción minimalista pictórica, movimiento repetido multitud de veces epigonalmente, sin tener en cuenta que la poesía no puede llegar tan lejos en su propio despojo como la pintura, en razón del vínculo del lenguaje con el sentido y el deseo que no puede cortarse sino a riesgo de perderlo todo. ¿Hay que erradicar de la lengua todos los nombres del deseo? Mallarmé dijo un día que “la destrucción fue mi Beatriz”, y desde entonces un muro entero de la poesía actual todavía no ha podido reedificarse. ¿Es un destino de lo sublime, por exceso de sublimación, el de devenir solamente negativo, sublime de lo impresentable? ¿Es un destino del deseo puro, a fuerza de quemar los objetos, el de terminar extinguiéndose en un deseo de nada, deseo de muerte? (Martine Broda)
11 abril 2007
10 abril 2007
Debajo del cielo/ está el fuego,/ lo circunscribe, casi lo lame,/ está muy cerca y sin embargo/ el cielo nunca sufre el fuego.// El fuego son imágenes,/ pequeños demonios negros/ vistos en Jerusalén, en Babel,/ en el respaldo de los tronos,/ en la extensión de los cetros,/ en la nuca de los arrodillados,/ en las epístolas áureas del docto,/ en el que tiende a lo perfecto,/ en el que se ofrece como mucho,/ en los que crían para nada,/ en el que adquiere y pone precio,/ en los que se sientan a la mesa,/ en los que se niegan a servir,/ en los que escriben de este fuego/ escribiendo de consuelos y castigos.// Debajo del cielo está el fuego;/ somos la madera, la sequedad,/ el soplo que mantiene el fuego. (Girri)
09 abril 2007
Si se permitiera no estar siempre en carrera, o no siempre pendiente del efecto que va a provocar cada cosa que hace, si consiguiera en algún momento detenerse, y que entonces puedan abrirse paso zonas suyas que tal vez yazgan ahí, postergadas, pudriéndose quizá, como si fueran algo de lo que avergonzarse.
07 abril 2007
06 abril 2007
02 abril 2007
Soy uno que se marcha/ después de ver la lucha final/ entre el cuervo y la paloma.// Soy uno que declina reinar/ en la trenza obediente del deseo/ pero que estira sus miembros.// Soy uno que aligera su carga/ dejándose abrigar, liviano,/ por la caliente plegaria.// Soy uno que roza el amor/ y de pronto sus labios, su pulso/ mueren de muerte.// Soy uno que se marcha/ cansado de prometerse:/ sí, mañana quizás afirme algo/ de lo que la mente guarda para siempre/ de lo que suele sonreír al corazón./ Hoy las amapolas, los cinco sentidos/ y tantas otras cosas que la tierra concede/ oscilan, no me dejan comprender. (Girri)
31 marzo 2007
Un elemento de controversia/ que nos lleve a lo paradojal/ tras cada línea, cada pausa;/ la ambigüedad a expensas de la convención.// Una premisa constante, la duda,/ indagando en la realidad,/ buscándola fuera del contexto;/ la materia a expensas del lenguaje.// Una síntesis intransferible y bella/ con ánimos, bestias, escrituras,/ profanados sub specie aeternitatis;/ la imaginería a expensas de tormentos.// Una teología creadora de objetos/ que se negarán a ser hostiles a Dios. (Girri)
30 marzo 2007
y ya no me hacen falta/ conexiones, reservas,/ subterfugios, esas humillaciones del que cree/ que lo real es eso que se ve. (Montale, según Zaidenwerg)
29 marzo 2007
27 marzo 2007
¿Quién no conoce ese sendero en sombras? (Since I have walk'd with you through shady lanes... Keats). ¿Quién no conoce ese sendero en sombras,/ ese continuo hablar, interrumpiéndose/ el uno al otro amigo, en el gozoso/ diálogo hasta la puerta de la casa,/ servida ya la cena? ¿Quién no escucha/ las nocturnas pisadas en la acera/ tornarse más opacas al cruzar por la yerba/ que nos trae al amigo, al bien llegado?/ ¿A quién, ya tarde, no le cuesta mucho/ despedirse y murmura generosos deseos,/ inexplicables dichas, bajo los fríos astros? (Fina García Marruz)
26 marzo 2007
24 marzo 2007
¿Dios? Seguramente no es “Dios” la palabra que puede dar cuenta de “ese algo” que intento no perder de vista, pero es la que por ahora me sirve. ¿Para qué? Para, por ejemplo, apartarme de la bruma mental o sistema de reflejos condicionados que llamamos "realidad". “Algo”: no un refugio, un consuelo o una fuente de energía. No un objeto de adoración, sino de reconocimiento, quizá de amor (de algún tipo de amor). “Algo”, “eso” que está ahí, en cuanto se desdibujan los relatos a los que nos enganchamos para compensar alguna falta, para seguir en carrera o para evitar el verdadero enfrentamiento con lo que importa. Lo que nos pone ante a la indecibilidad de lo realmente existente, la irreparabilidad, la falta de justificaciones, cierta libertad que nada tiene que ver con el “yo hago lo que quiero”.
22 marzo 2007
la palpitant ferida/ per la que delegem aqueixa ombra,/ ela senyal fosc de sentit,/ l'aigua vibrant dels migjorns,/ l'encontre atzarós, una altra vegada més i sempre,/ entre la foscor sencera i les estrelles. (Cella según Pere Bessó)
21 marzo 2007
Diciembre (VII). Dice HG “el naufragio es lo real”./ “Porque Yo no existo”, dice, simulando/ la voz de Dios, JLG./ Naufragar ya, ahora, en lo que existe, no en Dios,/ en lo que afuera de Dios existe, ahora, ya,/ naufragar, en lo que sin Dios existe, desamparado,/ como boyar en agua de aire urbano/ en busca de algo que decir./ ¿Qué? No importa: “naufragar”, “no existo”. (En la resaca)
19 marzo 2007
16 marzo 2007
14 marzo 2007
El odio de clase es como el secreto de Polichinela: existe, pero de eso no se habla. Entonces yo propongo reinstalarlo. Lo potentes odian a los pobres y el proletariado debe responder al odio de la burguesía con el mismo sentimiento (...). El enemigo de clase es una realidad. Los pobres son considerados el enemigo del poder dominante. Ser pobre es considerado un crimen. La lógica brutal del capital es: debes agradecerme porque te hago trabajar. Y el que tendría que tener conciencia está abombado por la cultura de la TV. (Edoardo Sanguinetti, via Bentivegna)
13 marzo 2007
No es que Dios no sea razonable; pasa que la razón/ en tal exceso era una tiranía,/ y nos aprisionó en sus propios límites, un calabozo de metal pulido/ que reflejaba nuestros propios rostros. Dios vive/ al otro lado de ese espejo,/ pero a través de la rendija en donde el cerco/ no llega justo al piso, logra colarse al fin:/ como una luz filtrada, como chispas de fuego,/ como una música que se oye, cesa de pronto/ y, de repente, se hace audible de nuevo. (Levertov, por Zaidenwerg)
12 marzo 2007
El árbol del conocimiento era el de la razón./ Por eso es que probarlo/ nos arrojó del Paraíso. Lo que había que hacer con ese fruto/ era secarlo y molerlo hasta obtener un polvo fino,/ para después usarlo de a una pizca por vez, igual que un condimento./ Probablemente Dios tendría planeado mencionarnos más tarde/ este nuevo placer./ Nos lo comimos hasta atragantarnos,/ llenándonos la boca de pero, cómo y si,/ y de pero otra vez, sin saber lo que hacíamos./ Es tóxico, en grandes cantidades: sobre nuestras cabezas/ y a nuestro alrededor el humo se arremolinaba,/ para formar una compacta nube que se fue endureciendo/ hasta hacerse de acero: un muro entre nosotros/ y Dios, Que era el Paraíso. (Levertov, por Zaidenwerg)
11 marzo 2007
Finalmente, una idea que no quise dejar de anotar. Es una cita de Jean-François Lyotard: “En el arte, como en el pensamiento, hay un objetivo: el deseo de significar hasta el límite la totalidad de los significados”. Estamos moviéndonos en la brecha que existe entre convicciones sumamente disímiles, históricas y actuales. Unas pueden ver el arte como un simple juego de engaños e iluminismo; y en otros, por el contrario, existe una fe –que aún perdura, de modo un poco sorprendente– en el arte como una manera trascendente de experimentar un conocimiento muy sublimado. Sigue en pie la actualidad de un pensamiento que reconoce en la práctica artística la puesta en marcha de un saber y un aprendizaje que son sustanciales para nuestro propio reconocimiento. Este es, en la confusión de nuestra realidad, un dato cierto para el fortalecimiento de cualquier deseo de autonomía. (Tulio de Sagastizabal)
10 marzo 2007
Si existe un núcleo duro del arte no hay que buscarlo en el sujeto, en el artista, en su deseo de expresarse y comunicar, sino en la obra, en su singularidad radical, en su irreductibilidad a una única identidad, en su carácter esencialmente enigmático. “El arte no puede disolverse nunca en la comunicación porque contiene un núcleo incomunicable”. Esta es una cita de Mario Perniola./ Estas definiciones me han ayudado mucho a comprender qué significados tiene una toma de posición de esta índole. Contribuye a redefinir qué es, en última instancia, lo valorable de una obra. Atento a en qué acontecimiento deberíamos estar, alrededor de qué núcleo de valoración podemos movernos con nuestras capacidades reflexivas. Pero creo que es, a la vez, una señal sobre el cuidado que debemos tener a propósito de la condición de precariedad de toda hegemonía, de la natural circunstancialidad de cualquier código. (Tulio de Sagastizabal)
09 marzo 2007
08 marzo 2007
07 marzo 2007
06 marzo 2007
que tengo para decir/ que es importante para decir/ porqué digo/ porqué necesito decir/ debería decir algo?/ debería pintar/ cuando pintan qué pintan los pintores?/ que eligen?/ eligen un tema?/ qué hacen con ese tema?/ muestran un material bien acomodado?/ ese material transmite algo/ transmite porque quisieron trasmitir algo?/ miraron el material o lo que quisieron decir?/ está unido/ cómo se piensa en unidad?/ cómo se sabe que eso es lo que está en uno?/ cómo se puede apartar de las influencias?/ cuándo se sabe que uno es verdadero?/ con lo que uno se siente bien?/ y si lo que nos hace sentir bien no es suficiente?/ y si lo que nos gusta es de mal gusto?qué quiero decir/ qué quiero hacer/ qué hago con las palabras/ busco palabras que expresen algo inexpresable/ qué es lo inexpresable?/ lo vívido/ la sensación de la vida/ la llave de la vida/ the secret of life?/ la vida no tiene un secreto/ la vida es secreta/ esa vida secreta/ todos tenemos una vida secreta/ fuera de las palabras/ palabras que expresen lo que está fuera de las palabras/ palabras que se vuelvan sensaciones tangibles/ no intelecto/ las palabras tienen que estar ordenadas sin intelecto/ como algo tangible entonces/ como algo tangible/ como lo tangible secreto/ cómo está ordenado eso tangible secreto?/ como lo siento?/ se presenta/ esta relacionado con la belleza?/ está relacionado con la contemplación?/ está relacionado con el detenimiento?/ detenerse en un fragmento de tiempo/ extender en el tiempo un fragmento de tiempo/ extender en el tiempo y en el espacio un fragmento/ de tiempo y espacio/ que la memoria sea presente/ que lo lejano sea cercano/ en primer plano/ usar las palabras en primer plano. (Noelia Rivero)
05 marzo 2007
04 marzo 2007
03 marzo 2007
02 marzo 2007
01 marzo 2007
Abril (XI). Poesía para con-/ mover? Hipó-/ crita lector, lo/ toma o lo/ deja, el destino/ ladra en/ el horizonte/ abandonado./ Eso que ardió en/ la pira de/ las palabras/ no ardió, no/ pasó nada,/ pero ardió./ Ahora vengan/ y digan lo que/ corresponda,/ ladra el destino en/ el horizonte, las/ horas y los años pasan/ en ese o en/ otro horizonte, y/ se van, como/ se van yendo/ las palabras. Ardió. (En la resaca)
28 febrero 2007
Fuerte y jugada tu columna, Jorge: en la destrucción que el siglo esparce, en medio de la gran banalidad reinante, no actúa una pulsión de muerte sino un deleite perverso del diablo. "Su objetivo principal, sin embargo, es aniquilar la certeza absoluta en Dios." Salute. Al margen de que los siempre listos cultores de la ingeniosidad sobradora puedan usar esto para mofarse de vos, y de que la beatería embalsamada en incienso crea haberte ganado para su Causa, comparto lo que decís. Creo entender que en la fórmula "Dios" lo que ponés es una conciencia de la propia precariedad, una presencia de lo otro, la necesidad de una Ley, un respeto por lo existente, un interrogante imposible de responder acerca de qué es eso que hay, por qué y para qué, un abandono del tiránico culto del Yo, una desconfianza hacia las apariencias y hacia lo que se presenta fácil y seductor, el saber que sin la palabra estamos condenados a matarnos como bestias (con la palabra también, pero sin ella nos importaría menos).
25 febrero 2007
Febrero (VI). corroído ya por la humedad,/ un auto (es decir, un producto/ elaborado para ser/ consumo de alguien que pagó)/ no es auto ni es object trouvé./ “Chatarra”, digo, “chata” y “charra”,/ no sin cariño ante lo que/ con la palabra se aposenta/ como un farol sobre esa cosa./ Canto a la inuti gran lidad/ que al fin de todo nos hermana,/ una existencia trasfundida/ por un minuto de esplendor./ Metal o carne por un rato/ contentos con su contentez,/ y las historias que se cuentan/ para que todo exista más./ Todo termina, todo empieza,/ dicen que dicen, yo no sé. (En la resaca)
24 febrero 2007
23 febrero 2007
Presento las flores en el balcón;/ tienen una orgiástica misión privada./ Con habilidad miro las flores/ y de ellas el sentimiento/ no lograría captar en años/ de escritura sinuosa y delgada./ Diría que se han abierto a la lluvia y a los truenos/ y mucho de todas maneras se me escapa./ Más allá de las analogías humanas,/ y ocupada la mente en llamadas/ que haré después,/ miro las corolas rojas/ desde algo parecido al zen./ Era lo que decías, esperar, con la mirada acá/ y la cabeza en un nirvana de ocupaciones varias. (Aulicino)
22 febrero 2007
La taza. Lucía la taza/ allá, en lo alto,/ entre mis dedos/ su hermosura;/ barro moldeado,/ barro esmaltado/ –joya del fuego–/ que al percutirla/ dio su respuesta.// –Yo la escuché.// Sí, su materia/ dio su sonido,/ la clara nota/ de un canto puro,/ exacto, breve,/ y ese sonido/ –su resonancia–/ en el silencio/ se fue expandiendo.// –Yo la escuché.// Cuando mi mano/ dejó caerla,/ rota, porfiaba/ sobrevivirse/ en los añicos/ de aquel sonido/ de su arte bello.// –Yo la escuché. (Leónidas Lamborghini)
21 febrero 2007
20 febrero 2007
Sobre los que no entienden que un religioso jasídico pueda hacer música basada en el reggae y el hip hop: “No ven cómo las cosas se combinan de modo orgánico. Supongo que debe ser gente que no siente una conexión en su vida, que ve el mundo como cosas separadas, y entonces se manejan de esa forma porque es más segura para su propia identidad. Pero quizá, si tenés alguna clase de fe, pensás que las cosas están más entrelazadas y conectadas, y entonces cuando ves algo que no necesariamente podés meter en una caja no te parece que necesariamente deba ser sí o sí una porquería, o una combinación antinatural y deforme. Pero, bueno, así es el mundo: hay cosas que se combinan, por más diferentes que sean, y eso crea algo diferente”. Sobre sus diferencias con los religiosos que ven la religión como una fuente de respuestas: “En ese sentido sí soy jasídico, porque el espíritu del jasidum era la revolución, el cambio, el renacimiento. Puede que no sea lo que es hoy en día y puede que eso pase con cualquier concepto o modo de vida idealista, como el comunismo, por ejemplo. En cierto momento choca con la realidad y se convierte en algo diferente a lo que se suponía que debía ser.” Sobre cómo pudo superar la etapa de adolescente rebelde consumidor de drogas: “Tengo una bendición de Dios, que también es algo que trabajé: la fe. Y eso, pese a la experiencia de sentirme solo en el mundo, hace que en ciertas situaciones de mi vida sea capaz de trascender, de unificarme con la gente, con el mundo, con Dios…” Sobre por qué, siendo la suya una actitud religiosa, hasta un ateo puede conectarse con su música: “Quizá porque no digo que tengo las respuestas. Como decía usted antes, la mayoría de las religiones o ideas dicen haber encontrado las respuestas. Y eso es lo que desalienta a la gente: nadie quiere escuchar cómo otro le predica de qué forma tiene que vivir, pensar o hacer. Yo no expreso eso en mi música, sino mi deseo de cuestionar y de buscar las respuestas.” Sobre la ausencia de intención de adoctrinar en su música: “No me resulta natural. Las ideas y las emociones no son tangibles. No podés aferrarte a ellas, todo cambia y evoluciona. Y si no, está muerto. Podés tener un balance entre lo que sos y lo que te importa en este mundo, y con el modo en que te conectás, pero tenés que ser suficientemente humilde, porque todo cambia.” (Matisyahu, músico judeo norteamericano, en Página 12 del 18/02)
19 febrero 2007
18 febrero 2007
Desde La Habana, Vattimo propone retomar el intento de una sociedad comunista, pero desenganchando la palabra “comunismo” del mito de “lo moderno”. Porque no sólo no le parece mal hoy a GV ser comunista: tampoco le parece mal seguir siendo “posmoderno”, en tanto sigue reconociéndose en el “pensamiento débil”, que ya no pretende hablar en nombre de la verdad, de la unidad y la totalidad. De hecho, no hay nada –o no debería haber nada– que impida aspirar a otro orden político-social a los que no esperamos que “algo” pueda explicar el mundo o nuestro estar en el mundo, ni necesitamos encontrar el sentido de nuestros actos en lo que disponga alguna sobrehumana inteligencia abstracta, tanto sea Dios Nuestro Señor como El Progreso o las Leyes del Materialismo Histórico.
17 febrero 2007
15 febrero 2007
Una especie de oración se me ocurrió durante la dictadura, que me ayudó a no volverme loco: “la historia no pide permiso, a la historia no le importa lo que pensamos, lo que sentimos ni lo que queremos”. Los años que siguieron lo confirmaron: hay fuerzas en esa dimensión que llamamos “la historia” que siempre van a descolocarnos y a poner a prueba las imágenes que tenemos del mundo y de nosotros mismos. Por eso justamente, porque la historia responde a sus propias leyes y hace lo suyo sin que le importemos un carajo, entregarse a las fuerzas ciegas de la historia es tonto, o algo peor. Tener en cuenta qué manda el momento, sí, claro, pero no como quien pide instrucciones sino para decidir si uno lo va a aceptar, y en qué lo va a aceptar. Y por qué, y qué podría en ese caso hacer. O al menos intentar hacer, a ver qué pasa. Termínenla con la coartada de la historia para justificar cualquier renuncia a aspirar a algo más, cualquier miedo a quedar fuera de onda. Con el apriete "eso ya no corre", "ahora estamos en otra etapa". Y con su otra variante, el pretexto de “la realidad”. La realidad está para manosearla, forzarla, tantearle los límites, provocarla; la propia realidad pide que le perdamos el respeto para seguir siendo realidad: lo que no es sometido a desafíos no existe.
12 febrero 2007
11 febrero 2007
Viñas se tira otra vez con todo contra la sacralización en la literatura , y tiene razón. Pero tiene razón en el contexto en que él lo dice, o en el que él cree que lo dice, porque Viñas, por más genial que sea, atrasa, y atrasa más de una década. Ya otros, portando la pancarta “abajo la sacralización y el canon”, hicieron el trabajo, y ahora, en vez de la sacralización, impera la moda. No hay por qué quedarse con ninguna de las dos y no me quedo, pero, si me obligaran a elegir entre sacralización y moda, aguante la sacralización. Acá hace rato que lo tiramos del pedestal a Borges (salvo en los homenajes oficiales), para quedarnos con lo peor de Borges, lo que Borges casi no podía reconocer en sí mismo porque lo despreciaba, y que hoy persiste como marca de sentido en los gestos y los actos, completamente libre ya del sello “Borges”.
09 febrero 2007
La vida literaria, la vida militante, la vida profesional, la vida social, la joda. El consumo en general, incluido el de cultura. Las posesiones, los objetos de culto. Alivian la desesperación pero no la reducen (más probable es que la acentúen). Desesperación es el dedo titilante puesto sobre algo que oscuramente no está y late, una falta, un agujero en el tejido: no tanto alguna forma del Bien como algo a ser, algo a alcanzar. Salir de la desesperación no es sacársela de encima, es tomar distancia: reconocer las órdenes que flotan en el aire, la campanilla que quiere hacernos segregar jugo gástrico, y decirse “¿qué es eso?”.
06 febrero 2007
Ni afuera ni por encima. Estrategia de resistencia: mantener una capacidad de diferenciación con el estado de las cosas, un indispensable grado de no mimetización, un derecho al tiempo propio. No renunciar a verse como algo más que un elemento del paisaje o una pieza, así sea una pieza eficaz o exitosa, del juego.
05 febrero 2007
No quedan dudas, el manzano/ está aquí, diseñado minuciosamente,/ medido y premeditado,/ ajeno a cualquier ligereza/ de la imaginación./ Las ramas gruesas ciñen por dentro/ una estructura, y las finas, alrededor,/ actúan zumbonas pero equidistantes./ El tronco levamente curvado amenaza/ con una imperfección,/ sin embargo es un rasgo que lo hace real/ y evita que se lo confunda/ con una espontánea efusión de la mente./ Ahora, vacío de fronda, algunos pajaritos/ simulan hojas que resisten:/ hojas que trinan en todo caso/ y que no tardan en volar,/ porque la belleza está de paso,/ insostenible para el que observa/ e irremediable para quien, también,/ apenas se sostiene en su verdad. (JC Moisés, vía Aulicino)
04 febrero 2007
“Resistencia” en el sentido en que se habla de una “resistencia de la materia” (“lo propio de la materia es resistir”, escribió Nicolás Rosa), o como cuando se dice que una estructura es resistente porque aguanta el viento, los sacudones del suelo o el desgaste. En especial, el desgaste propio de cualquier cosa que no permanece inmóvil ni/o aislada.
03 febrero 2007
Para una estrategia de resistencia, si de verdad estamos ante una cultura Gran Hermano: sustraer de la visibilidad pública todo, salvo lo que merece darse a ver.
02 febrero 2007
El Gran Hermano, que en 1984, de Orwell, apareció como un personaje deleznable, no lo es ya en la época de los reality shows: sólo se sueña con formar parte de alguno. En la sociedad del espectáculo, decía Debord, lo virtual sustituye a la vida real, y la muerte y lo imposible dejan de existir. Se es masa en tanto que individuo. Y hoy por hoy se es masa sin ver a los otros. (Silvia Szwarc)
01 febrero 2007
La eternidad ignora las costumbres,/ le da lo mismo rojo que azul tierno,/ se inclina al gris, al humo, a la ceniza./ Nombre y fecha tú grabas en un mármol,/ los roza displicente con el hombro,/ ni un montoncillo de amargura deja./ Y sin embargo, ves, me aferro al lunes/ y al día siguiente doy el nombre tuyo/ y con la punta del cigarro escribo/ en plena oscuridad: aquí he vivido. (Eliseo Diego, chez Zaidenwerg)
31 enero 2007
El periodismo, las letras, el arte en general/ está lleno de tipos infatuados/ que el periodismo, las letras y el arte en general/ vuelven leyenda o historia fabulosa,/ papel de redacción, materia de homenajes./ Y hay un público dispuesto a que le digan,/ un público de fechas y parroquia,/ tal vez poco exigente,/ dispuesto a consumir lo que le den/ el periodismo, las letras, el arte en general. (Jorge Fondebrider)
30 enero 2007
O deep unknown, guttering candle,/ beloved nugget lodged/ in the obscure heart's/ last recess,/ have mercy upon us.// We choose from the past, tearing morsels to feed/ pride or grievance./ We live in terror/ of what we know.// death, death, and the world's /death we imagine/ and cannot imagine,/ we who may be/ the first and the last witness.// We live in terror/ of what we do not know,/ in terror of not knowing,/ of the limitless, through which freefalling/ forever, our dread/ sinks and sinks,/ or/ of the violent closure of all.// Yet our hope lies/ in the unknown,/ in our unknowing.// O deep, remote unknown,/ O deep unknown,/ Have mercy upon us. (Denise Levertov)
16 enero 2007
una jarra de vidrio verde/ es todo lo que tengo pero la conozco bien/ tengo sólo esta jarra/ me ha quedado ella sola/ y es bastante/ una jarra vacía/ no hace falta/ llenarla/ ni moverla/ está bien allí/ y yo estoy bien/ mientras la miro/ por una vez/ los dos/ nos comprendemos/ en el reposo de ser/ cada uno/ por su lado.(Edgar Bayley)
15 enero 2007
14 enero 2007
13 enero 2007
La utilidad pública es hacer un cierto paso al costado a la problemática de la eficiencia. No somos los psicoanalistas los únicos que decimos que el supuesto énfasis en la eficacia, siempre a corto plazo, arruina la perspectiva del largo plazo. En la economía hemos visto cómo todo el acento puesto en considerar los efectos a corto plazo, el rendimiento supuestamente eficaz, produce efectos de destrucción a largo plazo que después necesitan, por ejemplo, la invención de conceptos como el de desarrollo durable. La necesidad de reintroducir el largo plazo es resultado de esta ideología ciega de considerar la eficacia en términos de poca duración. Efectivamente nuestra época pragmática pide dar cuentas de lo útil de algo, lo útil es el valor que aparece en primer plano, pero al mismo tiempo nuestra época construye industrias de lo fútil de muchas cosas. Vemos como hay toda una zona de lo inútil, de lo que sirve sólo para gozar, que se multiplica. La industria del show-bussiness en todos los aspectos, de la moda, son industrias que sirven a lo que no tiene otra utilidad que para gozar, con todo lo que hay de inutilidad fundamental en el gozar. No sirve de nada gozar, pero es una exigencia. El psicoanalista –desde que Freud nos introdujo a la dimensión de lo que llamó pulsión de muerte– sabe que todos los discursos sobre el bien, sobre lo útil, sobre la búsqueda de bienestar, tienen debajo lo que puede tomar la forma de una voluntad mala que actúa contra las buenas intenciones del sujeto.
Todo lo que quiere hacer bien al final encuentra un caos total, como podemos ver en muchos aspectos de nuestra civilización, fundada en lo pragmático, lo útil, etc., y con todo esto nos fabrican un Irak para sorpresa general. Todo estaba muy bien calculado, habían aprendido todas las lecciones de Vietnam, de cómo no se iba a repetir eso y de pronto se ingresa en una catástrofe. Es la razón por la cual cuando frente a los discursos sobre estos cálculos fantásticos de la utilidad se ven los quiebres en los mercados, se observan derrumbes fatales en las economías de países enteros, se ven guerras, surgimientos de amenazas mortíferas como el terrorismo que apareció como sorpresa dentro de la civilización aparentemente unificada después de la caída del muro de Berlín, con todo esto tenemos la idea que la civilización de lo útil produce monstruos extraños. (…)
Para enfrentarnos a estos acontecimientos reales que se producen, el discurso de la utilidad se apoya especialmente en la retórica de la evaluación. Esto no alivia al sentimiento que todo el mundo tiene acerca de que hay algo de la globalización que se va de las manos de los que están a cargo. Hay cosas que van mucho más allá de lo que podían calcular, imaginar, prever en eficacia a corto plazo, y que los resultados de la bolsa del próximo trimestre probablemente no nos digan mucho sobre lo importante de lo que va a surgir el año que viene. Sabemos que podemos construir dispositivos para dialogar con los que se sienten obligados a encarar la exigencia de lo útil –que no pueden dar una subvención a un centro de atención analítica si no demuestra su utilidad– pero sin perder de vista que esto es un semblante, que la retórica autoritaria de la evaluación más bien testimonia de la angustia de los que nos dirigen, que hacen lo que pueden pero con el sentimiento de que las cosas se les escapan. (Eric Laurent)
12 enero 2007
11 enero 2007
“Il mio suplizio è quando non mi credo in armonia” (Ungaretti). La trampa es, habiendo alcanzado alguna armonía, quedarse agarrado de ella, cuidarla, rabiar si se deshizo, no tomar nota de que toda sensación de estar en armonía corresponde a una situación puntual y no está mal que venga después la angustia, el desconcierto o la incomodidad de hundir las patas en otro tramo de la equívoca vida concreta.
10 enero 2007
Pasar por pelotudo o serlo, pasar por el quemo. No es lo peor que a uno puede ocurrirle cuando adopta una posición que quizá alcance visibilidad, pero es lo que tiene casi asegurado en un paisaje donde el uso indiscriminado de la adjetivación y el deporte del desprecio amenazan cualquier intento de abrir la boca. Y bueno, pasar por pelotudo o serlo, quemarse, con todo el riesgo a equivocarse, como cada vez que se hace algo. No siempre se puede dejar pasar todo, no siempre está bien.
03 enero 2007
Esas cruzadas depuradoras que cada tanto desatan los sacerdotes de la Abstracción sobre la vida cultural argentina. Nada que los contradiga, nada que se escape a su control.
02 enero 2007
No sirve de nada cuestionar las listas de libros o autores más leídos o valorados (por el público, por sus colegas, por la crítica, por Mongo Sorongo). Las listas son eso, listas: fuentes de datos a tener en cuenta, para las conversaciones que a uno le gusta mantener en la sobremesa o en la playa, para algún estudio sociocultural, para considerar los vínculos entre la escritura y el mercado o entre la escritura y la situación sociopolítica o para lo que a la dama y el caballero se le ocurra. Nada dicen, ni podrían, acerca de por qué a uno le importaría el encuentro con esos libros o autores, en qué le importaría, qué tipo de experiencia le estaría ofreciendo a uno su lectura. A quien quiere saber qué es lo que hay que escribir (o cómo) para conseguir ser nombrado, o al que profesionalmente o socialmente necesita que se lo considere una persona informada, las listas pueden resultarle útiles. Que les aproveche. Lo que, en cambio, uno llama literatura –como escritura y como experiencia de lectura– pasa por otro lado, y da igual que figure o que no figure en las listas: puede, si quiere, reciclar o asimilar lo que reluce en las marquesinas, pero lo que la distingue es el espacio que abre a un tipo distinto de atención, a la irrupción de lo que no se espera, a la extrañeza, el silencio, el plus que a uno lo aparta de lo previsto y lo banal, y, por supuesto, de sí mismo.
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